28 de diciembre
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28 by December by 2020
No, la vacuna no te cambiará el ADN y otras certezas.
Las vacunas contra la covid-19 llegan a España como un regalo de año nuevo, y se nos acumulan las dudas sobre ellas. Queremos saber si son seguras y eficaces, cómo funcionan o cuáles son sus efectos secundarios. Repasamos aquí algunas dudas y algunas certezas.
Las vacunas contra la covid-19 han llegado a España como un regalo de año nuevo, y se nos acumulan las dudas sobre ellas. Queremos saber si son seguras y eficaces, cómo funcionan o cuáles son sus efectos secundarios. Es natural que surjan preguntas, nos aproximamos a un momento histórico en la lucha contra la pandemia más terrible de los últimos cien años.
Las dos vacunas que primero se van a aprobar son las de Pfizer, cuya campaña de aplicación comenzó ayer, y la de Moderna, en este orden. Y son de un tipo innovador, vacunas de ARN mensajero (ARNm). La vacunación consiste en mostrar un patógeno muerto, inactivado o debilitado, o sólo un fragmento suyo, al organismo para que este aprenda a defenderse de él sin necesidad de que haya contagio. El efecto es equivalente a cuando hemos pasado la enfermedad; nuestro cuerpo reconoce al invasor y aprende a atacarle de forma específica. Esto será suficiente para entrenar nuestra respuesta inmune y defendernos en caso de entrar en contacto con el patógeno activo. En caso del ARNm, la innovación consiste en que inyectamos en el cuerpo las instrucciones para fabricar ese fragmento, que será producido en nuestras propias células.
Aunque este tipo de vacunas venían años ensayándose, ha sido necesaria una emergencia mundial y una enorme inversión económica para ponerlas finalmente en marcha, con un éxito rotundo. Las moléculas de ARN mensajero se llaman así porque portan el mensaje para fabricar una proteína (nuestras células producen cientos de ARNm distintos cada día). Para que se conserven y puedan llegar hasta nuestras células, los ARNm del virus se introducen en nanogotas de grasa, que los protegen en su recorrido. Cuando llegan a las células se liberan en el citoplasma y alcanzan unas estructuras llamadas ribosomas, donde se traducen a proteínas. Estas proteínas víricas se reconocen como extrañas por el sistema inmune, que genera anticuerpos específicos contra ellas y son eliminadas del organismo. Además, y esto es lo importante, se genera una memoria de cómo era, para que en caso de resultar contagiados por el SARS-CoV-2 real, nuestras defensas lo ataquen inmediatamente.
Los ARN son “fotocopias” de la biblioteca de ADN; no se archivan fotocopias en la biblioteca. Es decir, el ARN no tiene capacidad de incorporarse a nuestro ADN y modificarlo; no puede hacernos transgénicos
Llegado este punto es importante aclarar que el ARNm (tanto el de la vacuna como los nuestros) no tiene capacidad de ingresar en el núcleo, donde se encuentra el ADN. Aunque los acrónimos ADN y ARN se parezcan, se refieren a moléculas completamente distintas y con funciones totalmente separadas. El núcleo es una región de la célula altamente restringida, y una vez que un ARN sale de ahí no vuelve a entrar, se traduce a proteína en los ribosomas y es rápidamente degradado. Los ARN son “fotocopias” de la biblioteca de ADN; no se archivan fotocopias en la biblioteca. Es decir, el ARN no tiene capacidad de incorporarse a nuestro ADN y modificarlo; no puede hacernos transgénicos (más explicaciones aquí y aquí). Tampoco la vacuna es una terapia génica; si esto fuera tan fácil ya habríamos curado todas las enfermedades de origen genético conocidas. Además, hacer un organismo transgénico supone cambiar todas sus células y convertirlo en algo diferente. El ARNm de la vacuna conseguirá entrar a un pequeño número de células que produzcan su proteína, y eso ya es un gran éxito. No hay tampoco evidencia alguna de que su administración pueda provocar infertilidad.