COMPAÑÍA NACIONAL DE TEATRO CLÁSICO

Comparto la reflexión de mi compañero Adrián Perea
Hola, COMPAÑÍA NACIONAL DE TEATRO CLÁSICO
Sabéis que una Joven Compañía Nacional de Teatro Clásico que excluye a directoras, dramaturgos, escenógrafas, vestuaristas, iluminadores, etc., y que solo admite a actores y actrices jóvenes NO es una Joven Compañía de Teatro Clásico, ¿verdad?
Parecía que después de todo este tiempo la JCNTC podría volver con algunos cambios lógicos y poder así constituirse de nuevo y, por primera vez, de una forma verídica en cuanto a la formación de sus siglas. Pero como vemos, esta vez tampoco ha sido así…
Siguen empeñados en demostrar que una joven compañía puede ser compuesta únicamente por intérpretes jóvenes, excluyendo al resto de profesionales, también jóvenes, que son necesarios en cualquier espectáculo o actividad teatral.
No sé cual es la labor, o el objetivo, de la creación de esta compañía -olvidemos de momento lo de joven- cuando ni representa, ni apoya, ni da oportunidad a más de la mitad de los jóvenes profesionales del sector. Es absurdo tratar de comprender que esta compañía vaya a estar compuesta por jóvenes actores que serán dirigidos, vestidos, iluminados, etc., por otros profesionales de mayor recorrido mientras se deja de lado al resto de jóvenes que trabajan en el sector y se tiene el atrevimiento de decir que es la Joven Compañía Nacional del Clásico.
Con este tipo de decisiones lo único que se consigue es fomentar la idea de que lo verdaderamente importante en el teatro son los intérpretes. Pero siento decirles que sin texto, técnicos y demás equipo artístico el teatro, sea joven o rancio, no existe.
Por ello, les pido que recapaciten. Todavía tienen tiempo de, al menos, cambiar el nombre y rebautizar así su Joven Compañía Nacional de Intérpretes de Teatro Clásico. De esta forma no habrá errores y nadie se sentirá excluido de lo que ustedes proponen en realidad.
Muchas gracias.