La campaña CIEs NO exige a Interior que no deporte al activista argelino Benhalima
by alveo in
In actuality
0
0
18 by March by 2022
La Campaña CIEs NO y Aministía Internacional se concentraron ayer frente al CIE de Zapadores de València para exigir al Ministro del Interior, Grande-Marlaska, que no deporte al activista argelino Mohamed Benhalima, ex militar que denunció la corrupción de su país y que corre el riesgo de ser detenido y sufrir torturas.
Mohamed Benhalime huyó a España en 2019 para solicitar asilo después de denunciar la corrupción del gobierno de su país. Sin embargo, el gobierno español decidió rechazar su solicitud de protección internacional y dictó su expulsión a Argelia. Las organizaciones sociales denunciaron el grave peligro que corre Benhalima, ya que seguramente será detenido y torturado, tal como sucedió con su paisano Mohamed Abdellah, quien fue deportado en agosto del pasado año desde el Centro de Internamiento para Extranjeros (CIE) de Zona Franca, en Barcelona. La asociación que lleva su nombre ha denunciado “torturas físicas y psicológicas en una cárcel militar”. El extraditado permanece detenido hasta la fecha en el centro de máxima seguridad “Antar” en Argel y en enero del presente año declaró públicamente que fue “objeto de tortura y malos tratos bajo custodia”.
Benhalima fue internado el pasado miércoles en el CIE de València tras ser incoado un procedimiento sancionador por estancia irregular, es decir, por no tener documentación que acredite su residencia legal en el Estado Español. El activista y ex militar, quien había denunciado la corrupción de altos mandos militares, huyó de su país tras enterarse de que estaba siendo perseguido por haber participado en las protestas masivas del movimiento Harik, que no se veían desde el final de la guerra civil en 1999. Las protestas se saldaron con la renuncia del expresidente Buteflika y con una serie de detenciones de alto nivel, como fue la de Ali Haddad, uno de los hombres más ricos del país y próximo al hermano del expresidente, Said Buteflika, también detenido junto con Mohamed Mediene y Atmán Tartag, dos generales de los servicios secretos. Asimismo, ingresó en prisión Louisa Hanun, líder del Partido de los Trabajadores.
El activista y ex militar, quien había denunciado la corrupción de altos mandos militares, huyó de su país tras enterarse de que estaba siendo perseguido por haber participado en las protestas masivas del movimiento Harik, que no se veían desde el final de la guerra civil en 1999
Adrián Vives, en nombre de la Campaña CIEs NO, ha exigido “su puesta en libertad y que se paralice su procedimiento de expulsión”. Pero, más allá de eso, el portavoz denunció que Benhalime está siendo perseguido por el gobierno argelino y que “personas en su misma situación han sido encerradas y torturadas”, motivo por el cual demandan al gobierno español, expone Vives, “que le proteja y que le garanticen que nunca va a haber otro procedimiento de expulsión que lo ponga en riesgo”. El activista ha indicado también que la protección internacional no se está ciñendo a derecho, sino que está siendo una cuestión política “que se puede observar en el tratamiento administrativo y legal mucho más favorable a los refugiados ucranianos, que el que se les está dando a los del sur global”. En este sentido, Vives señaló que ya que Argelia y España van a estrechar relaciones por la necesidad del suministro de gas por parte del Estado Español “es importante que el gobierno reconozca la labor de Mohamed en defensa de los derechos y contra la corrupción del gobierno argelino”.
En la actualidad, hay al menos 290 presos encarcelados por motivos políticos en Argelia, que están recluidos en prisión preventiva abusiva o condenados por su activismo político. El 7 de enero de 2021, Benhalime fue sentenciado por rebeldía a 10 años de prisión por compartir videos en línea que exponían la corrupción dentro del ejército. La rebeldía de Benahmie podría sufrir represalias por parte del gobierno argelino, como la tortura y malos tratos, tal como ha documentado Amnistía Internacional en al menos cuatro casos de activistas detenidos en los últimos tres años por su participación en el Hirak. No obstante, esto no ha sido suficiente para que se le concediera el asilo político en el Estado Español y en Francia.
En la actualidad, hay al menos 290 presos encarcelados por motivos políticos en Argelia, que están recluidos en prisión preventiva abusiva o condenados por su activismo político
CIEs NO denunció que la expulsión de Mohamed Benhalima a Argelia “supondría una vulneración del Derecho Internacional y del principio de no devolución”, el cual asegura que aquellas personas cuya vida pudiera correr riesgo en su país de origen no sea deportada. “Queda demostrado una vez más que las políticas migratorias se traducen en la persecución, encierro y deportación de personas migrantes, una violencia institucional que afecta incluso a aquellas que corren riesgo de sufrir tratos inhumanos si son expulsadas y que deberían estar siendo protegidas”, concluyó el portavoz.
Finalmente, la Campaña CIEs NO hizo un llamado a las fuerzas políticas y a la ciudadanía “para que se impliquen en este caso y se movilicen para exigir el cierre de los CIE y el fin de las deportaciones”. Además, anunció el lanzamiento de la campaña #MohamedBenhalimaSeQueda con el objetivo de visibilizar la situación del activista y contribuir a frenar su expulsión.