“Me hicieron sentir una criminal, pero era una mujer trans refugiada”
by alveo in
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31 by March by 2022
Activistas y organizaciones LGTBIQ+ denuncian la violencia lgtbifóbica que viven las personas refugiadas de la comunidad durante las últimas semanas.
Nadie está a salvo en una guerra, pero en el caso de las mujeres trans, ni siquiera lo estaban antes del comienzo de la invasión rusa en Ucrania. Zi Faámelu es una de las voces que representa el sentir de las mujeres transgénero que han intentado huir del país cuando empezaron los bombardeos. Con 31 años, nacida y criada como hombre en el seno de una familia conservadora de Crimea, ha conseguido escapar cruzando la frontera a Rumanía a nado. No pudo hacerlo a través de los corredores humanitarios ordinarios, pues en su pasaporte aún tenía la clasificación de género masculina, lo que le impedía abandonar el país al ser considerada un hombre en la obligación de unirse al servicio militar ucraniano, de acuerdo con la ley marcial impuesta por el presidente Zelensky. Ahora se encuentra refugiada junto a una familia de acogida en la ciudad de Magdeburgo, al este de Alemania.
Desde un primer momento, la artista e influencer, que cuenta con un amplio reconocimiento en el país y miles de reproducciones en su canal de YouTube, pidió auxilio por redes sociales mientras se encontraba en la capital del país el pasado 24 de febrero: “Soy una mujer trans ahora atrapada en Kiev, mi vida corre peligro. No estoy autorizada a dejar el país por un decreto presidencial. Las mujeres trans sentimos desesperanza y desesperación”, escribió en su cuenta Twitter.
“El propio Zelensky hizo una broma sobre mí antes de las últimas elecciones, así que te puedes imaginar lo normalizada que está la violencia hacia nosotras”, dice Faámelu
Durante las últimas semanas, la población LGTBQI+ ha vivido una guerra dual. Por un lado, el terror de la muerte, los bombardeos, el estruendo de las alarmas antiaéreas, el hambre y los sistemáticos crímenes contra civiles en todo el país. Y por otro, el miedo a ser, a la discriminación y a la violencia homófoba y tránsfoba en momentos de vulnerabilidad absoluta. “La comunidad LGBTQI+ nunca se ha sentido a salvo en Ucrania. Más allá de eso, nunca nos hemos sentido a gusto. Muchas personas de nuestro equipo que participaban en el Orgullo de Járkiv y otros eventos públicos, salieron de sus casas preparadas para ser atacadas”, cuenta Ruslana Hnatchenko de la organización Járkiv Pride, en una de las ciudades más golpeadas por la ofensiva rusa. “Hemos recibido amenazas y hemos sido atacadas por movimientos de extrema derecha muchas veces. Siempre intentamos llevar instrumentos de autodefensa como gas pimienta, o vemos dónde refugiarnos. Antes teníamos planes y estrategias para protegernos, pero ahora con los bombardeos es imposible de prever”.
De refugiadas a objetivos militares
De acuerdo con Faámelu la transfobia en Ucrania siempre ha estado a la orden del día. “Las mujeres trans son tratadas como hombres en Ucrania, es una broma, es como si pensaran que nos disfrazamos y volvemos a ser hombres cuando volvemos a casa… yo ni siquiera sabía lo que era ser transgénero”, cuenta la artista a El Salto. “El propio Zelensky hizo una broma sobre mí antes de las últimas elecciones, así que te puedes imaginar lo normalizada que está la violencia hacia nosotras. Ni siquiera hay leyes que nos protejan. Nos tratan como payasos, se ríen y hacen bromas, es una comedia para ellos”, espeta.
La artista aún recuerda todo lo que tuvo que experimentar en su proceso de transición. Y es que, de acuerdo a la legislación ucraniana, una persona transgénero ha de someterse a varias inspecciones médicas y psiquiátricas para poder cambiar su género en su documentación personal. “Tienes que demostrar que eres un ser humano y que mereces existir y atravesar muchos procesos y pruebas. Yo he oído historias realmente horribles. Tienes que ir a un psiquiátrico y pasar allí un tiempo, por eso muchas mujeres se niegan a vivir eso y ahora se quedan atrapadas aquí”, cuenta Faámelu.
En este sentido, Edward Reese, activista de la organización LGBTIQ+ Kiev Pride y hombre trans, certifica que, aunque los protocolos nacionales de transición fueron revisados tras la despatologización oficial de las identidades transgénero por parte de la OMS en 2018, aún quedan diversas mejoras que realizar y que no han sido aún adoptadas. “Nos hemos esforzado mucho por intentar cambiar estos protocolos, además de poner en marcha nuevas iniciativas, como la propuesta de una ley de delito de odio, antes de la invasión, pero ahora todo ha cambiado. Estamos en guerra y no hay tiempo para hablar de homofobia y transfobia”, sentencia.