El oso, la mona y el cerdo
by avomega in
Personal
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22 by August by 2022
Un oso, con que la vida
ganaba un piamontés,
la no muy bien aprendida
danza ensayaba en dos piés.
Queriendo hacer de persona,
dijo a una mona: “¿Qué tal?”.
Era perita la mona,
y respondióle: “Muy mal”.
“Yo creo -replicó el oso-,
que me haces poco favor.
¡Pues qué! ¿Mi aire no es garboso?
¿No hago el paso con primor?”
Estaba el cerdo presente,
y dijo: “¡Bravo! ¡Bien va!
Bailarín más excelente
no se ha visto ni verá”.
Echó el oso, al oir ésto,
sus cuentas allá entre sí,
y con ademán modesto
hubo de exclamar así:
“Cuando me desaprobaba
la mona, llegué a dudar;
más ya que el cerdo me alaba,
muy mal debo bailar.”
Guarde para su regalo
esta sentencia el autor:
si el sabio no aprueba, ¡malo!
Si el necio aplaude, ¡peor!