Ari aster Critica
En un tiempo de películas clónicas algorítmicas triunfando y el trabajo artesanal fílmico por los suelos, se agradece que Ari Aster sea capaz de estrenar una película tan absolutamente suicida y visceral como 'Beau tiene miedo'. Cada minuto de sus tres horas propone nuevas ideas tanto narrativas como visuales, no ceja nunca en su empeño de ir más allá, de abrir la cabeza del autor y ver una inventiva sin constricción. Sí. Todo esto es cierto. También lo es que termina haciéndose cuesta arriba.
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EN ESPINOF
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Aster aquí hemos llegado
Decía Robert Eggers cuando estrenó 'El hombre del norte' que fue la presión del estudio en la post-producción la que consiguió que su intento de oda a Tarkovsky se convirtiera en una obra realmente visible por un público general ("No sé si habría llegado aquí, francamente, porque el entretenimiento no es mi primer instinto", le dijo a GQ). A24 no cree en poner correa a los autores, pero, en ocasiones (ojo, no siempre), la presión del estudio desemboca en una película mejor que la que tenían pensada al aunar la visión personal con la general.
Es el caso de 'Beau tiene miedo', que se habría beneficiado de un amigo diciéndole al director de 'Hereditary', ya desde la fase de guion, dónde cortar esta pesadilla suburbana que pasa por todos los subgéneros surrealistas que puede, desde la distopía capitalista hasta la fantasía preciosista pasando por el cine de terror de serie Z con criaturas imposibles. Es abrumador, demuestra personalidad, es único y hace imposible apartar la mirada.