DATO DE BATALLA DE GODOS VERSUS ROMANOS

La batalla de Ad Salices, la respuesta romana tras la revuelta de los godos.
Durante el siglo III y más durante el reinado de Aureliano (270-275), las incursiones de los greutungos y tervingios hacia las tierras danubianas del Imperio romano se hicieron frecuentes, a tal grado que se les permitió el establecimiento en la frontera para la defensa de Dacia a cambio de pagos.
En el 370 los hunos, un pueblo de poderosos jinetes guerreros, venció a los alanos y a los ostrogodos y los obligó a servir en su ejército. En el 376 los hunos continuaron su avance y derrotaron a los godos en el Dniéster. Los visigodos, enterados, huyeron y pidieron a los romanos instalarse en Moesia, estos aceptaron para reforzar la defensa del territorio.
Sin embargo, los nuevos huéspedes no fueron bien tratados y el hambre los volvió violentos. Como consecuencia iniciaron una revuelta que dio inicio a la llamada Guerra Gótica (376-382) el comandante romano de la región Lupicinius reunió unos 5000 soldados y enfrentó a los godos tervingios mandados por Fritigerno en Marcianople. Los romanos adoptaron una postura defensiva, pero fueron incapaces de resistir a unos enfurecidos enemigos que los derrotaron y aniquilaron la mitad de su ejército. Eso fue en el 376.
Los vencedores se apoderaron de las vituallas romanas y sus armas. La inesperada victoria sumó más godos al ejército vencedor de tal suerte que se elevó a los 10 a 12 000 soldados. Fritigerno puso bajo asedio a Adrianópolis, pero con la llegada del invierno se tuvieron que retirar.
El emperador Valente estaba conciente de la gravedad de la situación, por lo que tuvo que hacer la paz con los sasánidas. Después comenzó a enviar tropas a Dacia. Los tervingios se tuvieron que dispersar para buscar el sustento en la zona y después se refugiaron en las montañas de los Balcanes donde los romanos los bloquearon.
Por esos tiempos una banda de greutungos cruzó la frontera y Valente envío a sus tropas mandadas por Ricomero, Trajano y Profuturo para hacerles frente. En el 377 ambos ejércitos se enfrentaron en Ad Salices. Los romanos tenían unos 6000 soldados y los enemigos 10 000. El combate duró todo el día y los romanos lograron sostener las líneas con dificultad. El choque terminó indeciso y con fuertes perdidas para ambos. Sin embargo, fue una victoria estratégica para los godos, ya que los romanos se retiraron a Marcianople y dejaron la región a su merced. Semanas después se les sumaron jinetes alanos y hunos.
Ricomero volvió a Galia para reclutar nuevas tropas. Frigérido, gobernador de Panonia, quedó a cargo de la protección de la zona. El control se perdió de tal forma, que una banda de taifalos y greutungos mandados por Farnobio cruzaron el Danubio y atacaron Iliria. Ricomero volvió con refuerzos y los derrotó.
Para entonces era obvio que la situación era caótica y para restablecer el orden eran necesaria una campaña de grandes proporciones para expulsar a los godos de los Balcanes. Fritigerno sabía que la respuesta romana pronto se dejaría sentir, por lo que decidió actuar para sobrevivir.