the bear
by Albertocinefilo in
About Pampling
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18 by August by 2024
Estamos acostumbrados a comer hamburguesas. El noventa por ciento de las series y películas que consumimos (y no, no es un verbo puesto al azar) nos sacian, sí, pero no tratan de ir más allá de la receta más obvia y sencilla posible, pero la salsa sabe distinta y ya nos vale para encumbrarla. No merece la pena sacarle pegas a una hamburguesa, porque es consciente de serlo, por muy buena que esté la carne. Sin embargo, 'The Bear' es -y nace con la pretensión de ser- un menú de quince platos realizado por manos expertas, tan sutil como efectivo, tan bello como doloroso. Y, como siempre nos pasa con las cosas manufacturadas con tesón, es más fácil encontrarle sus defectos.
¡Sí, chef!
Al principio de esta temporada de 'The Bear', Carmy pone sobre la mesa las cosas no negociables para este nuevo restaurante, que el equipo toma -con razón- como otra de sus tonterías mientras lidia con el ansia de conseguir una estrella Michelín. Entre ellas, hay una que, no inconscientemente, define el devenir de la serie: cambiar el menú cada día. Esta tanda de episodios podría haber continuado el tono de la segunda temporada, que ya de por sí daba un giro de 180 grados respecto a la primera, pero ha decidido que era el momento de cambiar el menú, aunque eso signifique ganarse la antipatía de gran parte de los espectadores.
The Bear ya ha nacido, y los personajes, que han pasado por traumas y alegrías que les han unido de manera inevitable, no pueden seguir mostrándose ariscos e impertinentes continuamente los unos con los otros. Han aprendido a cocinar, a comportarse, a evolucionar. Han ganado finura, han crecido, se han unido en lo bueno y en lo malo. Ninguno de ellos es el mismo que empezó la serie, y esta no puede mostrarse continuista respecto a las dos anteriores porque la notaríamos forzada, chiclosa, absurda. ¿De qué ha servido tanto refinamiento si siguen comportándose como un puesto de bocadillos cualquiera?