Microrrelatos

Creo que cometí un error cuando abrí la puerta, porque ahora estoy muerto.

Creo que cometí un error cuando abrí la puerta. La luz estaba apagada, cuando yo recordaba que, cuando me había ido, la había dejado encendida para que mi gato no la liara esos 5 minutos que iba a estar fuera. Todo estaba en silencio, llamé a Misifú y no vino a verme cerrar la puerta como de costumbre. Maldito gato, seguro que había roto la lámpara de pie otra vez. Cerré la puerta y al entrar en el piso, mis pies no paraban de hacer crac-crac y... ¿xip-xap? ¿Pero qué estaba pisando? Busqué a tientas la luz del pasillo, la encendí y me quedé ciego. Si una simple luz de pasillo me deja ciego, es que las drogas han dejado de ser divertidas. Miré al suelo y ahí estaba Misifú, abierto en canal con un montón de cristales a su alrededor. No entendí nada hasta que me miré las manos y vi que llevaba una bolsa de basura en una y una botella rota en la otra. Creo que ya va siendo hora de ir a adoptar a Misifú III, las drogas no son buenas, siempre me pasa lo mismo.

Creo que cometí un error cuando abrí la puerta. Debí de haberlo visto venir cuando la llave no me entraba en la cerradura, pero lo dejé pasar. También cuando el felpudo no era el mismo, pero pensé que lo habría cambiado mi mujer. Tambien por la cara de extrañeza que puso Cristina, la madre de Carlos, al verme allí. Creo que fue la misma que puse yo al verla, yo tampoco me la esperaba allí, pero segui para dentro. Debí de imaginarmelo cuando fui a la nevera y donde estaban las cervezas ahora había una botella de vino de crianza, y los vasos no estaban en el estante de siempre. "Ay, mi mujer, que me lo cambia todo". También debí de suponerlo cuando los niños se apartaron de mi cuando me senté en el sofá. No les culpo, estaba cansado de un día de trabajo y debía de tener unas pintas desastrosas. Inocentes criaturas... También cuando sonó el teléfono y Ángela no dejaba de mirarme mientras hablaba, con una extraña sonrisa en su rostro.
Pero cuando si que debí de haberme dado cuenta es cuando recordé, que yo no tenía familia.

Me han encantado!
Son muy divertidos y originales:

creo que cometí un error cuando abrí la puerta, precisamente esa puerta a esa hora y ese dia. Si no la hubiera abierto estas palabras no serian las ultimas de mi testamento, lo siento

Creo que cometí un error cuando abrí la puerta del coche para que se montara. Temblaba tanto que no sabía si era por la lluvia o por el miedo de que pudiese parar algún loco a recogerla. Y nada me aseguraba que no fuera ella la loca, pero no pude dejarla allí en mitad de la carretera con su mochila y la tormenta del año en camino. Dejó la mochila en el asiento de atrás y se puso en el del copiloto. Lo único que dijo en todo el trayecto fue "gracias". No quiso responder a ninguna de mis preguntas y se hizo la dormida para cortar cualquier posibilidad de conversación. Entre sueños y mentiras, una enigmática sonrisa se asentó en su rostro. El frío dio paso a la calidez. Nunca llegué a saber su nombre. Solo recuerdo que cada vez que veía aquel mechón rubio mojado sobre su mejilla sentía que se abría de par en par la puerta de mi corazón. Se me dilatan las pupilas cuando recuerdo la imagen de aquellos labios carnosos. Aún creo oler su perfume mezclado con la lluvia. He pasado muchos años torturándome con mi único error: no pedirle que se quedara.