Puntos suspensivos
Estaba dudando entre hacerme un porro o echarme una copita de alcohol mezclado, aunque a veces vienen ambas cosas juntas. El caso es que quería sacarme los diez puntitos del blog diario para llegar a los 700 y no sabá que escribir, así que perdonad si no escribo nada o si peto esto sin aportar gran cosa.
Pensé en hacer un poema
sencillo, simples versos asonantes
sin seguir un esquema,
mas somos estudiantes,
de un arte incomprendido, y elegantes.
Podría repetir mis primeros blogs, o los de los demás, cambiando solo algunas palabras. Es fácil cuando tienes práctica y te olvidas de que pueda ser un don. O podría utilizar la plantilla de un blog diciendo que estoy muy nervioso por ver cuáles serán los nuevos diseños. Y por poder podría sacar pecho y enfrentarme a toda la comunidad sin saber que mi prepotencia, y tal vez mi falta de madurez, no me dejan ver que es una guerra perdida aunque gane algunas escaramuzas.
Pero, fíjate cómo son las cosas, que me ha venido un regustillo a savia nueva y he cambiado por completo. Ha sido como volar igual que una mariposa azul para volver atrás en el tiempo y dejarme enfriar por el hielo ardiente y tropical de una princesa alejada de la capital. He sentido el impulso de traer a esta página a mi pareja o a mi hermano, pero dado que no tengo de uno y he conseguido que el otro se vaya de casa no voy a darle motivos para volver.
Me han entrado ganas de escribir la biografía de alguien basándome en sus blogs, pero a veces hay desafíos que debe contar uno mismo con la aparente soledad con la que los enfrenta. Por un momento hasta me han dado ganas de reírme con algunos chistes horribles o de vigilar los diarios digitales como un águila al acecho. Incluso he intentado plantearos un juego de lógica o una adivinanza musical, pero lo máximo que se me ha ocurrido ha sido preguntaros cuantos colores hay en el arco íris. Y mira que me he abierto la cabeza pensando. Vaya, que me he quedado calvo y ahora dudo entre pintarme la cabeza de algún color llamativo como el azul violable o ponerme un sombrero vaquero. Porque lo de hacerme pasar por catgirl está bien y podría soportar estar mucho tiempo sin entrar aquí si luego vuelvo mejor que nunca, pero me enviciaría demasiado jugando con la cola y acicalándome las orejas.
Así que, si alguien es capaz de juntar estas letras y encuentra algo de sentido en mis palabras, pido perdón por dejar a medio camino, perdidos en la dehesa, a tanta gente que no sabría como apiñar; y solo le deseo que merezca la felicidad que algún día obtenga por medio de mantener una personalidad única frente tantas copias de diseños.
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