Turrolate

Aún recuerdo "aquellos maravillosos años" en los que mis abuelos vivían y solíamos visitarlos muy a menudo. ¿Qué podía encontrar en su casa? Dulces. Pero no los dulces habituales, sino más bien de otro estilo, más "casero", más "pueblerino".

Había los roscos, pero no los roscos "típicos", sino unos muy grandes cubiertos de una capa blanca, que es azúcar solidificada. También los roscos más finos cubiertos de la misma capa blanca, pero por todo, y con sésamo por el interior. Estos me gustaban más que los otros. Finalmente, había algo que me chiflaba más que todo lo demás: "turrolate". Comía uno y ya quería otro... es un cilindro de chocolate con cacahuete o con almendra.

Bueno, pues todos estos dulces aún se siguen haciendo de la manera tradicional, la de antes, la que mis abuelos comían habitualmente. Si buscáis en google imágenes, al menos podréis ver el turrolate, en sus dos versiones. Donde se hace especialmente es en "Priego de Córdoba". Hubo un año que fui con mi familia 2 semanas por dichos lares y les "obligué" a ir a Priego de Córdoba con la única intención de ir a comprar dos cajas enteras de turrolate, una de cacahuete y otra de almendra, y lo conseguí.

¿Por qué os digo todo esto hoy? Porque mi madre fue hará 2 semanas a Alcaudete, un pueblo de Jaén, y hoy a vuelto. En esa zona, aún se pueden conseguir todos estos dulces, y mi madre nos ha traído "turrolate". El primer mordisco es una gozada... luego, se puede tornar cansino, pero aún así está muy bueno y me recuerda épocas muy pasadas.

Os lo recomiendo.