Re:Zero

Vamos a sentarnos a hablar tranquilamente sobre esto ahora que aún queda tiempo.
Los que sigáis de algún modo las temporadas de anime habréis oído hablar de que hay en emisión una serie que se está llevando innumerables críticas muy positivas casi desde el primer episodio. Pues bien, esa es Re:Zero; el anime que pinta ser el mejor del añor, por encima de Erased, a la espera de lo que ocurra en otoño, pero no creo que se supere.
Personalmente, me gustará hacerle una buena review cuando termine para resaltar porque este anime es, en los 17 de 25 episodios que lleva, uno de los mejores que he visto nunca. Pero quiero, por vosotros, que lo veáis al ritmo de la emisión. Estamos en verano y muchos tenemos ahora más tiempo libre que en primavera o en otoño, por eso creo que sería un buen momento para apretarle a esta serie si no la seguís y poneros al día para terminarla lo antes posible y evitar así los spoilers, que en esta serie son MUY importantes. Voy a intentar poneros el caramelito en la boca para ver si os engancha mínimamente.
Re:Zero empieza como cualquier otro anime en el que el protagonista es enviado a una especie de mundo alternativo de fantasía, como pudiera ser Aincrad en SAO, y piensa que es el elegido por una hermosa doncella para ser un héroe. Eso ya muestra la autoconsciencia de la serie al no solo parodiar el subgénero sino que lo lleva más allá cuando la serie empieza a volver mucho más oscura y la trama se enrevesa hasta límite inimaginables para un anime de este estilo convencional.
Al mismo tiempo, la presentación de los personajes y los escenarios parecen sacados de estas historias típicas y por todos conocidas. La mayoría de personajes concurren en arquetipos para nada originales, como el héroe torpe, la chica hermosa, las sirvientas que parece que van a desempeñar un rol totalmente secundario y muy probablemente de Celestina entre el protagonista y la chica... Sin embargo, todo se vuele infinitamente más realista al tratar y desarrollar a los personajes, en especial al protagonista, como personas reales e imperfectas, capaces de errar en cualquier momento y con posibilidades más que evidentes según avanza la historia de sufrir física y psicológicamente.
Además, el trabajo de doblaje original es sencillamente brutal. Digno de las mayores obras de Hollywood. Resulta impresionante cómo un actor, trabajando su voz en cada frase para adecuarla a la situación, es capaz de transmitir y reforzar sentimientos tan diferentes sin que desentone absolutamente nada.
Y además obliga al espectador a estar muy atento a cada conversación y reflexión de los personajes. Resulta asombrosa la cantidad de datos relevantes que se cuelan en cada diálogo como si de relleno se tratase. Ya desde el principio te dan información crucial para el desarrollo de la trama que se deja en el olvido durante varios epidosios para retomarla in media res cuando avanza la serie. Además, por supuesto, facilitan muchísima información de manera natural pero muy condensada en algunos puntos, lo cual obliga en determinadas situaciones a parar el episodio y volver atrás o incluso volver a otro episodio para captar un segundo matiz en una frase que complemente y revela una información vital posterior.
También es destacable el trabajo en la banda sonora, que se utiliza tanto para separar escenas como para dar continuidad y mantener un ritmo de discurso o acción en todo momento. Y el trabajo artístico de animación y diseño, que si bien recuerda a los estereotipos más clásicos del anime moderno de fantasía en cuanto a la elaboración de personajes y entornos, consigue crear a base de detalles y matices un universo totalmente único y realista en el que cada expresión facial y cada gesto corporal conducen a una visión humana de los personajes.
Y por último, el guion. Hacía mucho, pero mucho tiempo, que no me topaba con una serie, película o libro con un guion tan elaborado e imprevisible como este. Hay momentos en los que te plantean perfectamente lo que va a suceder para que tú, como espectador, seas capaz de anticipar lo que va a ocurrir sin que te sientas de algún modo estafado o engañado al sentir que esta serie comparte múltiples características con otras que casi todos han visto; sobre todo en una época en la que parece que hay que tratar al espectador como gilipollas explicándole todo lo que va a ocurrir y después dándole sentido a eso mismo que ya habías anticipado. Pero rápidamente se cierra esa puerta cuando comienzan a sucederse determinados giros argumentales que te hacen saltar de la silla con las manos en la cabeza haciéndote ver inútil e incapaz de asumir lo que acaba de ocurrir y deseando que se reescriba la historia para evitar una situación, salvar a un personaje o matar a otro. Porque esa es una de las claves de la serie que se ven desde el principio, y es que el protagonista resucita cada vez que muere regresando a un punto del tiempo y el espacio en el que se encontrara unos días antes. Y a pesar de eso, la serie no cae en la tentación de hacerlo perfecto y capaz de resolver cada situación con un plan perfectamente detallado, sino que lo hace de tal modo que el protagonista actúa como una persona normal y poco a poco se van viendo las consecuencias de esto al equivocarse cuando intenta arreglar algo después de morir o cuando cambia algo y otra cosa le sorprende al no haber ocurrido antes.
Sinceramente, creo que este anime va a ser el mejor del año y muy posiblemente uno de los mejores o el mejor de los últimos años. Pero no lo voy a recomendar a todo el mundo. Si no soportáis a los protagonistas que no son perfectos y que a veces son irritantes, este anime no os gustará porque los personajes están hecho con un realismo excelente que los aleja de esos personajes tipo tan repetidos. De hecho, algunas veces querréis que algunos buenos mueran (casi siempre el prota) por diferentes razones. Veréis el tortazo que tienen algunos (casi siempre el prota) precisamente por ser tan humanos.
Si os gustan el anime, las historias y los personajes bien escritos os recomiendo que os pongáis ya con este porque prácticamente no vais a tener tiempo de adaptaros antes de engancharos.