Ansatsu Kyoushitsu

Tal vez lo conozcáis por Assassination Classroom. Se trata de un anime que vió la luz en enero de 2015 como adaptación de un manga que se empezó a publicar en el 2012.
Yo voy a hablar hoy de la primera temporada del anime, y empezaré reconociendo que ninguna de las temporadas me llamaban especialmente la atención antes de que me las recomendaran. Esto se debe a que no entendí la idea de la historia. No haré spoilers más allá de una sinopsis estándar.
Nos situamos en una escuela deteriorada en la que se encuentra la clase más baja y marginada de una de las mejores escuelas de secundaria y preparatoria del país. Sin embargo, lo más destacable de esta clase no son sus alumnos sino su profesor, un pulpo amarillo antropomórfico que puede desplazarse a Mach 20 y que ha destruido la Luna y hará lo mismo con la Tierra en un año si sus alumnos no le matan. Para ello cuentan con armamento especialmente diseñado para él, pero deberán trabajar en equipo e idear cada vez más brillantes estrategias para intentar superar su ultravelocidad.
Seguramente llegados a este punto querréis saber por qué este pulpo pretende acabar con el planeta y por qué ha acabado dando clase a los marginados de una escuela de élite. Olvidaos de eso. Se explican algunos detalles del origen del profesor a lo largo de la temporada, pero todo son suposiciones e imágenes inexactas. Y así está bien porque lo que importa no es eso. Esta temporada se basa en dos puntos indiscutibles: el humor y la enseñanza.
Por un lado, la serie derrocha humor. Cada episodio incluye desde las escenas más absurdas buscando la risa solo con imágenes hasta chistes a los que hay que darles varias vueltas. Es este aspecto, es una serie ideal para sentarse y relajarse, liberar tensiones sin pensar en nada más.
Y por el otro, este anime debería ser obligatorio para todos aquellos que pretenden ser profesores sin vocación. Es precioso ver cómo ese pulpo ligeramente humano y que va a destruir el planeta sin piedad se preocupa todo el tiempo de enseñar y formar a sus alumnos como si fueran sus hijos. No solo les enseña lo básico para un estudiante sino que utiliza sus habilidades para maximizar el aprendizaje de los chicos, hasta el punto de ser capaz de generar una imagen de sí mismo para cada uno de sus alumnos a modo de profesor particular. Y por si fuera poco, les da instrucciones e ideas para llevar a cabo su asesinato. Y, como decía, le sobra tiempo para comportarse como un padre para todos y cada uno de ellos.
El trabajo técnico de este anime es sencillo pero eficaz.
El sonido se basa en el mickeymousing durante la mayor parte del tiempo, lo cual está bien si pensamos que eso facilita el humor y, a fin de cuentas, en eso se basa la serie.
En cuanto a la animación, se podría decir que es típico de los shounen modernos, con viveza en los colores y simplicidad en las formas salvo determinados elementos o personajes en los que se resaltan características negativas. No obstante, podemos disfrutar de algunos momentos en los que el dibujo se vuelve oscuro y bizarro para mostrar el peligro de una situación o la otra cara de algún personaje.
En definitiva, se podría decir que es una serie típica que de típica no tiene nada y sirve tanto como mecánica de risoterapia y como obligación para todos aquellos profesores o futuros profesores que no tienen vocación o que no saben tratar a sus alumnos.
Cuando termine la segunda temporada os la traeré, aunque antes vendrá un clásico: Elfen Lied.