Como ser gata de doble casa.

Hoy os voy a hablar de mi primera gata y como llegó hasta mí. Una historia que prueba que me pasan cosas muy raras y que los gatos son esos adorables locos...
Estaba yo en mi segundo año en Barcelona cuando de repente tuvimos que dejar la casa en que vivíamos todos por movidas con el contrato, así que un día que estaba yo toda preocupada con el asunto de la vivienda porque encima me pillaba en época de exámenes pase casualmente por una empresa que te alquilaba habitaciones en pisos, tipo inmobiliaria pero de habitaciones. Está en sants al lado casi del cine Balaña (no os fiéis, huid mientras podáis).
Bueno, pues nos alquilaron a mi ex y a mi una habitación grande en un piso entresuelo que a mí me encantaba, con terraza enorme casi más que la vivienda en sí y la casa súper chula. No daré más detalles porque tengo pensado hablaros de esto más adelante.
El caso es que en el contrato de la casa ponía que no de podía tener animales. Sin embargo, nada más mudarnos, me levanto el primer día y me encuentro una gatita negra y blanca durmiendo en el sofá jajajjaa así tal cual.
Le pregunto a mi compañera de piso y me dice que es que la gata entra por la terraza a veces y se queda ahí todo el tiempo que quiere pero que no sabe de quien es.
Los anteriores inquilinos por lo visto la dejaban entrar pero pasaban de ella, esta chica por ejemplo cuando se cansaba de verla por la casa la sacaba a la terraza para que se fuera porque decía que era una pesada, la gata se iba pero cuando quería volvía.
Mi compañera se fue del piso y vinieron dos nuevos. La gata seguía viviendo y nos hicimos tan amigas que todos los días a las 8.00 venía a la ventana Dr mi habitación que daba a la terraza a maullar para que la dejara entrar. Estaba todo el día en casa y por la noche se iba para volver por la mañana a las 8.00h.
Pero hubo una noche que no se fue. El día que me enteré de que la Narsil había fallecido yo estaba en la cama llorando sin parar y la gata se quedó conmigo, se aovilló en mi pecho y con la patita le tocaba la cara para que no dejara de tocarla. Me pareció tan bonito. Fue el ser vivo que más me consoló en ese momento.
Cabe decir que antes de eso, cuando la conocí tenia pulgas la pobre y yo se las quité, le puse pipetas y un collar antipulgas y le peine hasta quitárselas todas.
Después de esa noche se fue como siempre pero al día siguiente no vino y yo empecé a preocuparme por ella y a llamarla. La llamé Leotardicos (Leo) por la pigmentación de sus patas. La llamaba y no venía y después de dos días apareció asustada, sin el collar de las pulgas y con una herida en la cabeza. Además llovía mucho y cuando la vi estaba en la terraza debajo de la mesa que teníamos allí y bebiendo agua de un charco. Y entonces decidí quedármela. Pero no tenía pasta para ir al veterinario, así que le curé yo la herida de la cabeza y empecé a cuidar de que no se fuera.
Para navidad le busqué una cuidadora para que la cuidara mientras yo iba a ver mis padres y luego cuando hubo que dejar el piso me la llevé conmigo. Aventuras sin fin para encontrar un piso donde le dejaran ir con ella. Al final acabé viviendo super lejos de la Universidad y bueno una movida también, solo por ir con ella.
Cuando ahorré un poco la llevé al veterinario a ponerle el chip y a esterilizarla. Y resulta que la veterinaria se extrañó un montón de que en ese tiempo que había vivido con ella (5 meses) no hubiera tenido el celo. Ella parecía pequeña, de hecho la veterinaria decía que como mucho a simple vista tendría un año, pero aún así le extrañaba y me dijo: "a ver si va a estar esterilizada..." y yo en ese momento cosas de la intuición le dije que entonces comprobara si tenía chip porque alguien que se gasta pasta en una esterilización no va a ahorrarse el chip. Total que lo mira y al principio no se lo encontraba pero al final sonó el pitido y sí, tenía dueña.
Llaman a la chica y lo primero, en vez de alegrarse de encontrarla se mosquea y empieza a gritar a la veterinaria y le dice que venía a por ella pero que tenía que comprar un transportan (teniendo tres gatos, no tenía ni uno). Al rato viene super cabreada y en plan agresivo diciéndonos que le habíamos hecho ir super lejos de su casa, etc... La veterinaria le decía que como podía ser que su gata hubiera acabado apareciendo en otra casa y ella decía que es que a los gatos hay que dejarlos libres y que salgan, que se vayan y vuelvan y que lo de las pulgas que lo había intentado y que no conseguía quitárselas.
La veterinaria intentó que me la cediera porque vio que ella no la cuidaba bien y que la iba a volver a dejar vagabundeando y en el estado que estaba cuando yo la encontré pero ella no quisó y se la llevó porque era lo legal.
Decía que había estado muy preocupada cuando desapareció su gata pensando que había muerto, sin embargo, vivía a dos patios de donde vivía yo y ni siquiera puso carteles en su propia calle para encontrarla.
Yo la eché mucho de menos y espero que esté bien ya que era una gatita super cariñosa que quería estar siempre en brazos y que le hicieran mimos. Pero después de ella llegó mi gata actual...
Mañana os cuento su historia ;)