Compartiendo piso. Tercera fase:"no hablo tu idioma"

Hoy estoy especialmente contenta, así que voy a escribiros el post antes de irme a dormir, no vaya a ser que mañana esté menos animada.

La casa de Leotardicos en sants (para los que no sepan quien es Leo podéis leerlo en los post sobre mascotas-gatos).

Pues después de las putas locas de lea corta, por fin nos fuimos a la casa de sants. Cuando llegamos estaba todavía una de las inquilinas de la temporada anterior pero se quedó dos días y se fue para dejar ya el sitio a los nuevos. En estos días conocí a mi Leo y ya sabéis la historia...

En fin cuando llegaron los compañeros que nos había buscado la inmobiliaria, llegaron también las sorpresas. Una era una erasmus holandesa de 21 años súper maja que estaba estudiando filología hispánica y sabía bastante castellano. Yo me llevé muy bien con ella durante todo el tiempo que duró nuestra convivencia e incluso le enseñé catalán. La chica no paraba de irse de fiesta y casi no comía, solo compraba sangría. Iba bastante a su rollo pero era muy simpática, eso sí cuando te descuidabas te llenaba la terraza de estudiantes de erasmus de todo el mundo, lo cual no dejaba de ser en cierto modo interesante ;)

El otro compañero ya era lo que viene a ser la anécdota del piso. De nombre Vlad. Como Drácula. Pero encima resulta que en España lo pronunciamos mal y tal y como lo decimos significa "pisar" o algo así, nunca llegué a entenderlo del todo, así que ya de entrada se mosqueaba por lo del nombre.
Edad:18 años!!!!!! Por supuesto nunca había salido de su casa y no sabía sobrevivir por su cuenta pero encima provenía de una familia rusa muy rica y lo habían enviado a Barcelona a que se espabilara teniendo que vivir independizado porque en Rusia no quería hacer nada con su vida. Lo apuntaron a una academia de cocina y bueno... Decía que era aprendiz de cocinero pero solo comía patatas.
El chaval no hablaba ni entendía ni castellano, ni catalán, ni inglés, ni siquiera francés... Solo ruso. Así que no podíamos comunicarnos con él.
Al principio no intentaba porque quería aprender castellano pero se cansó pronto así que iba como un fantasma por la casa. Como yo soy incapaz de tener cualquier relación humana con alguien, aunque sea la de mero compañero de piso, y no conversar con esa persona desarrollé una técnica de comunicación. Cuando quería hablar con él, sacaba el ordenador, escribía en google translate lo que quería decirle, lo traducía a rusa y le ponía voz para que quedara mejor que solo escrito y él respondía!!!
La verdad es que era muy curioso, nos costó perfeccionarlo pero pudimos entendernos y al menos conversar y conocernos algo.

Cuando ya más o menos le habíamos cogido el truco a la convivencia los cuatro resulta que estalló el escandalo en la inmobiliaria. El sistema de pago podía ser por banco haciéndoles una transferencia o en mano, yendo a la oficina. Ellos insistían en que fuéramos a pagar en mano pero como nosotros poníamos la excusa de no tener tiempo, ingresabamos el dinero.
Pues como el ruso no se enteraba, un día vino a casa uno de los de la inmobiliaria y le pidió el dinero de su alquiler y él le pagó en mano pero luego le llamaron a los pocos días de la inmobiliaria para pedir otra vez el dinero porque nunca llegó a la empresa. Al parecer este tío de la inmobiliaria timó a su socio y cobró a varias personas en mano quedándose el dinero y luego desapareció.
Por lo visto había robado más pasta a la inmobiliaria otros meses pero este ultimo mes ya fue demasiado y la inmobiliaria se vio sin fondos para pagar a los dueños de los pisos. Los dueños tuvieron que aguantarse sin cobrar ese mes pero al mes siguiente todos los inquilinos teníamos que mudarnos porque evidente no quisieron seguir con la inmobiliaria h de hecho fueron a juicio.

El ruso en cuanto se enteró de que le habían timado puso pies en polvorosa y se piró con otros compañeros rusos que había conocido en la academia a un piso por el arco del triunfo. No tardó ni una semana en irse, cosas de ser rico, ni se preocupó de recuperar su fianza. De repente una mañana le vimos salir con sus cosas que le estaba esperando un taxi y así nos enteramos de que dejaba el piso y los de la inmobiliaria se enteraron porque se lo dijimos nosotros.

La holandesa estaba tan flipada la pobre que tuve que acompañarla yo a la inmobiliaria a que le explicaran la movida porque ella me lo pidió por si no se enteraba bien de alguna cosa y la timaban. Le quedaba un mes de erasmus y lo acabó alojada en casa de una chica que había conocido en la Uni que también estaba de erasmus.

Esta vivienda duró unos seis meses...

Y a partir de ahora todo se vuelve más surrealista todavía... No sé como he sobrevivido a Barcelona y encima queriéndola jajaja.