Cucha qué Peli: Los Siete Magníficos

Colaboro en una revista quincenal escribiendo mis impresiones sobre las películas que veo en el cine. No son críticas porque no soy más que un aficionado. Iré poniendo por aquí los artículos pasados:

Los Siete Magníficos es una revisión del clásico de 1960 dirigido por John Sturges, que a su vez era una revisión a la americana de la obra maestra de Akira Kurosawa, Los siete samuráis (1954) Esta versión está dirigida por Antoine Fuqua en la que es su primera incursión en el western.

La sinopsis de las tres versiones podría pasar por la misma, aunque con pequeñas diferencias. Los habitantes del pueblo de Rose Creek están atemorizados por el magnate Bartholomew Bogue (Peter Sarsgaard) quien quiere hacerse con el pueblo en su búsqueda de oro y no dudará en matar al que se oponga. La joven Emma Cullen (Haley Bennet, única mujer con más de dos minutos en pantalla) tras el asesinato de su esposo, decide juntar cuanto tienen y salir en busca de ayuda. Así es como dan con Chisolm (Denzel Washington) un agente de la ley que tuvo problemas con Bogue y que se convertirá en líder del equipo. A él se unirán Josh Faraday (Chris Pratt), Medianoche Rubicheaux (Ethan Hawke), Billy Rocks (Lee Byung-Hun), Jack Horne (Vincent D'Onofrio, sí, el Recluta Patoso de La chaqueta metálica), Vasquez (Manuel García-Rulfo) y Cosecha Roja (Martin Sensmeir) Tras llegar al pueblo y derrotar al corrupto sheriff y sus ayudantes, dispondrán de una semana para pertrecharse y adiestrar a los aldeanos antes de que Bogue llegue con un ejército.

Entre el elenco coral, cabe destacar que Denzel Washington y Ethan Hawke ya trabajaron con Antoine Fuqua en Training Day, por la que Washington ganó el Óscar y Hawke estuvo nominado. Denzel Washington sería el Yul Brynner de esta versión, mientras que el Steve McQueen sería Chris Pratt, actor de moda tras Los guardianes de la galaxia y Jurassic world, próximamente en Pasajeros junto a Jennifer Lawrence.

La música corre a cargo de James Horner, en la que es su última composición antes del accidente de avión en que murió en junio de 2015. Simon Franglen fue el encargado de terminarla. Horner tenía la dura tarea de renovar la magnífica banda sonora que compuso Elmer Bernstein y lo ha conseguido alejándose de la original que, sin embargo, podemos escuchar durante los créditos finales. Por momentos y salvando las distancias, recuerda a la música que acompañaban a Braveheart en las batallas.

No entraremos en el debate de si era necesario o no hacer este remake (término que por cierto, los productores niegan y hablan de ella como una revitalización en lugar de una nueva versión) pero, sin duda, Los siete magníficos es una buena película. El ritmo general de la cinta está más adaptado a las películas de este siglo, tiene un ligero toque de humor casi obligatorio hoy día, sin embargo conserva elementos del western clásico como los largos planos o los paisajes y atardeceres. No dura las casi tres horas y media que el filme de Kurosawa, quedándose en dos horas y cuarto, y resulta más entretenida. Sin embargo es difícil que pase a la historia como obra de arte al igual que aquella.