Explicación de frases hechas (III)
by Petazetas72 in
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11 by December by 2016
Aquí vengo con otra remesa de frases hechas explicadas. ¿Las conocíais?
1. Poner lo puntos sobre las íes.
Según el Diccionario de modismos, de Ramón Caballero, esta expresión significa "concretar, determinar, acertar, sintetizar, por lo común con daño o contrariedad para alguno". La adición del punto sobre la i minúscula data del siglo XVI. El folclorista Joaquín Bastús comenta que "cuando se adaptaron los caracteres góticos era fácil que dos ii se confundieran algunas veces con una u, y para evitar confusión se introdujo la costumbre de poner encima unas tildes, acentos o virgulillas, y este uso se extendió hasta la i sencilla". Estos acentos o virgulillas pasaron a ser puntos sencillos a principios del siglo XVI, "y este cambio adaptado por algunos copistas, parecía quisquilloso a algunos otros, y de ahí vino la locución de poner puntos sobre las íes".
2. Echarle a uno el muerto.
La expresión echar el muerto y sus variantes echar el muerto a casa, a puerta ajena o al vecino, se utilizan comúnmente para imputar a un tercero la culpa de lo que no ha hecho. Al parecer, el origen de la expresión se remonta a la Edad Media. Según las leyendas medievales, cuando dentro del término de un pueblo aparecía el cadáver de una persona muerta de forma violenta y no se llegaba a esclarecer quién había cometido el asesinato, los habitantes de dicho municipio estaban obligados a pagar una multa. Para evitar saldar la sanción, que se conoce como homicisium, los vecinos aguzaban el ingenio hasta límites insospechados. Uno de los recursos más utilizados era no airear el hallazgo, meter el cadáver o cadáveres en sacos y, en la oscuridad de la noche, arrojarlos en el término de otro pueblo próximo. Echar el muerto a otro pueblo vecino equivalía, pues, a cargarle con la responsabilidad de un crimen y con la multa correspondiente, salvo que se entregara o se capturara al asesino.
3. ¡Apaga y vámonos!
Esta exclamación, que se utiliza para dar por terminada una cosa, tiene su origen en una conseja situada en el pueblo de Pitres. Hace siglos, dos clérigos de este municipio granadino, aspirantes a una plaza de capellán, hicieron una apuesta a ver cuál de ellos celebraba la Santa Misa en el menor tiempo posible. Tras concluir los preparativos para el desafío religioso y mientras se aproximaban al altar, uno de los curas inició la misa diciendo: "Ite, Missa est", fórmula litúrgica que precedía a la bendición final. El otro, impasible, se giró hacia el monaguillo que sujetaba la vela y exclamó: "¡Apaga y vámonos!, que ya está dicha la misa".
4. ¡Vete a la porra!
El modismo tiene su origen en el enorme bastón o porra que llevaba el tambor mayor de los antiguos regimientos. Aún hoy es posible verla en los desfiles militares en los que participa una banda de música. Antes, cuando ésta no desfilaba, la porra se dejaba a la puerta de las dependencias principales, que estaban cercanas a la prevención, el lugar donde los soldados pasaban el arresto por causas leves. El oficial ordenaba al castigado lo siguiente: "¡Vaya usarced a la porra, seor soldado!". La expresión era del todo correcta y usual, pero en la actualidad se emplea para echar de forma despectiva a alguien de nuestra compañía.
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