Situaciones embarazosas

Bueno, yo recuerdo haberme lavado las piernas con el agua de la taza del váter del cole cuando estaba en Infantil. Tenía cuatro años, vale, pero cuando me acuerdo aún me da vergüenza de mí misma.

Bueno, lo primero de todo deciros que nunca he sido persona de tener mucha vergüenza, creo que es una cualidad que limita mucho el comportamiento humano (respeto, sí, todo el del mundo a quien lo merece pero vergüenza la verdad que poca).

Dicho esto os comentaré algunas situaciones que han sido ‘algo’ embarasozas (de las muchas que he tenido).

Hace un par de años, caída en bici bestial, como puedo llegar a la finca de donde habíamos salido, me ducho para ver bien todas las heridas y cuando estoy saliendo de la ducha, en pelota picada, me da un flato y me medio-desmayo. Cuando me doy cuenta estoy rodeado del grupo de ciclistas (a la mitad ni los conocía), y unas cuantas de mujeres de ellos que habían venido a ver que pasaba y sí, seguía en pelotas.

Hará unos cuantos de años más, en plena noche loca me metí con una ‘amiga’ en un cajero a practicar sexo. Cuando estabámos en plena faena nos dimos cuenta que había dos chicas sacando dinero…. No comment!! En otra ocasión me trincaron también en el WC de un bar.

Me pillaron robando en el Corte Inglés un LP de WASP, por suerte no se dieron cuenta que antes me había llevado el Dr. Feelgood de Mötley Crüe.

Y lo más grande, a mí modo de ver. Estando en Bosnia, año 2.000, tenía servicio de guardia de conductores y tenía que llevar al general español (no había mando superior por encima de él), de Mostar a Sarajevo. La noche anterior cogí un morado de mil pares de cojones y me quedé dormido. El brigada que iba de acompañante con el general, la pareja de la guardia civil que iban de escolta y hasta un teniente coronel fueron a mi habitación a aporrear la puerta… Ni me enteré, así estaba. Se tuvo que ir en helicóptero porque encima tenía las llaves del vehículo blindado que se utilizaba para sus traslados. Eso fue un sábado por la mañana, el lunes me querían mandar pá España pero al final no pudieron. Eso sí, jamás volví a conducir para el general, jajajaja.

Como la lías Lucky! Lo que me he reído con lo del general jajajaja

Lo mío es más "leve" :')
Una vez me pasó algo como a tí, petazetas, que estaba yo sólo en el garaje del taller y me tiré un pedo, pero de estos jodidos que huelen fatal jajaja bueno pues de repente, a los 5 segundos aparece el encargado... se lo comió todo xDDD me río pero la verdad que me dió mucha vergüenza en ese momento.

Otra que me acuerdo así fácil, es que siendo niño (unos 8/9 años), una noche quise ir al baño y estaba ocupado por mi madre en ese momento, y como yo me meaba mucho no sé porqué pero se le ocurrió decirme que me fuera a la terraza a mear (vivía en un primer piso). Bueno pues el caso es que se vé que me gustó la experiencia, porque estuve repitiendo varias semanas cuando por las noches me entraban ganas jajaja me iba directo a la terraza, sacaba la chorra por la barandilla y meaba pa abajo al patio de cocheras! Hasta que me pillaron jajaja

Jajajaja
Madre mía después de las que han contado estos dos cualquier cosa que diga no será nada... =D

La cosa es que no me acuerdo de ninguna, aunque seguro que las hay, pero como dice Lucky a mí el post de Terry sobre la vergüenza me salió que soy una total desvergonzada... así que... jajjajaa

Si recuerdo alguna volveré al post ;)

jajaja Me parto! Como dice Lullabay ahora contar cuaquier cosa será desmerecida en comparación. Pero ahí voy con una que me ha venido a la mente: Estaba con mi novio y un amigo viéndo pajaritas para nochevieja, y yo ví una muy graciosa y me aocrdé de nuestro gato así que me acerqué a ellos para enseñársela. No me fijé bien y les estaba hablando a dos desconocidos y aquellos dos partiéndose de mí porque me habían visto toda ilusionada ir hacía allí. Tengo que decir que fuí con saltito incluído de Heidi super feliz a enseñarles la pajarita! jajaja

Jajajajaja. Me estoy riendo mucho con vosotros. ¡Qué peligros públicos! Jajaja.

Ahora me acuerdo de otra que me contó una amiga. Estando ella en la cola del supermercado vino un chico y le agarró bien del pandero. Cuando mi amiga se giró el chico se puso rojo rojo y la novia de éste estaba partiéndose ! jajaja