Cucha qué Peli: Rogue One

Colaboro en una revista quincenal escribiendo mis impresiones sobre las películas que veo en el cine. No son críticas porque no soy más que un aficionado. Iré poniendo por aquí los artículos pasados:

Rogue One, una historia de Star Wars que, aunque forma parte del canon de la saga, no es uno de los episodios principales. La estrategia de Disney / Lucasfilm es estrenar en las navidades de los años impares los episodios VII, VIII y IX, mientras que en años pares se estrenarán películas complementarias o spin-offs como ésta que nos ocupa o una acerca de la juventud de Han Solo en 2018. Cronológicamente, Rogue One se sitúa justo antes de La Guerra de las Galaxias (Episodio IV: Una Nueva Esperanza)

Cuando era una niña, Jyn Erso vio como el oficial imperial Orson Krennic mató a su madre y se llevó a su padre, el ingeniero retirado Galen Erso, para construir una súper arma. Quince años más tarde, Jyn está arrestada y siendo trasladada cuando es liberada por miembros de la Rebelión. La buscan porque necesitan que haga de intermediaria para conseguir un mensaje que Galen envió y que es de vital importancia.

En el mensaje, Galen se dirige tanto a los rebeldes como a su hija. Dice que ha terminado de construir la Estrella de la Muerte, una estación espacial de combate capaz de destruir planetas enteros. Pero también dice que ha incluido un fallo estructural, un disparo en ese punto hará estallar la estación (como vimos que hizo Luke Skywalker en la primera película de la saga, estrenada en 1977) El escuadrón Rogue One tendrá que robar los planos de la Estrella de la Muerte para hacerlo posible.

En el escuadrón, aparte de a Jyn Erso, tenemos al capitán Cassian Andor, líder del equipo; K-2SO, un robot del Imperio reprogramado y obsesionado con las estadísticas desfavorables (en ocasiones recuerda a Marvin, de Guía del Autoestopista Galáctico), Bodhi Rook, el ex-piloto imperial que llevó el mensaje de Galen y que quedó algo tocado; Chirrut Imwe, un guerrero ciego, guardián del último templo jedi conocido (aunque él no es jedi a pesar de sentir la fuerza) y Baze Malbus, su protector y experto en armamento pesado.

Para situarnos en la saga, también tienen presencia los personajes de Mon Mothma, Bail Organa, Grand Moff Tarkin y Darth Vader (con menos escenas de lo deseable) además de algún que otro 'cameo'.

La música corre a cargo de Michael Giacchino, en el que es su cuarto estreno este año. Ha optado por imitar a John Williams, algo que hace muy bien, incluyendo también algunos movimientos de las películas clásicas. En mi opinión, hubiese preferido algo más de personalidad propia aunque sin perder esa esencia. El apartado de efectos especiales es brillante, como no se podía esperar de otra forma.

Una película de Star Wars diferente. Con un tono más adulto que cualquier otra de la saga. Sin tanto misticismo jedi (no hay un solo combate de sables láser propiamente dicho) y unas escenas bélicas más próximas a títulos como Doce del Patíbulo.