Algo que contar

¡Buenos días familia!
Cómo están ustedeeeeeeeeeeees (¡ueh!)
En fin que se me va la olla.

Ayer fue el primer día de clase, la vuelta al cole que tanto cuesta; empezando con una maravillosa clase de neurología y otra sobre lectoescritura (al menos esta última con mi profesor predilecto).
Es curioso que de una clase de 70 personas haya sido la única en diferenciar hojear y ojear, ¿verdad?

En realidad, todo lo que estoy poniendo es paja. Da igual que ayer haya cumplido 21, o que por fin Pampling vaya a acertar con mi edad, o que fue un bonito día con mis amigas y el parejo. Lo que importa es que mi hermano mayor está feliz, que mi cuñada está perfectamente y que mi familia se ha agrandado un poquito porque Julio ya está con nosotros.

No os puedo dar datos de peso, ni de altura ni de si ha llorado mucho ni si es pelusón, porque lo único que tengo de él es un vídeo con su mamá, que sale espachurrado a ella, escuchándole el corazón, y sale con el típico gorrito jamonero que le ponen a los recién nacidos. Han querido ir a verle pero aún está en la sala de dilatación y no han podido, así que yo le voy a dar la bienvenida a nuestro pequeño mundo mañana.
Pocamontas tiene un nuevo sobrino, precioso y redondín. Mateo y Teresa un primito, el primero, y mi hermano mayor su primer hijo con el que tenía muchísima ilusión. Él y todos, porque hasta mi madre se ha echado a llorar.

Mañana os enseñaré alguna foto o algo, pero no me podía callar la gran noticia. Espero que perdonéis el atraso (tanto del nacimiento como de la fotografía jajajaja).

Te vamos a cuidar mucho Julio, y tu tita te quiere un montón, y más que te querrá :) ¡Y jugaremos mucho!

¡A disfrutar mucho pamplineros! A mí hoy nada me va a quitar la sonrisa (y me da a mí que en toda la semana nada lo va a hacer).