Summer Wars (sin spoilers)
by Un Juntaletras más in
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13 by June by 2017
Mamoru Hosoda se ha convertido por méritos propios en un sinónimo de animación japonesa de primerísima calidad a pesar de tener una filmografía independiente bastante corta a sus espaldas. Ya os he hablado de La chica que saltaba a través del tiempo (su ópera prima) y de Wolf Children, una película para la que siempre tengo palabras de amor. A falta de su última obra, El niño y la bestia, la cual no he podido ver aún, solo nos queda su segunda muestra como autor.
Summer Wars se ubica en un tiempo actual en el que una gran plataforma digital llamada OZ es utilizada como un mundo secundario que conecta a todo el planeta, donde todos pueden tener un avatar propio para llevar una vida casi real y en el que trabajan de forma directa las mayores empresas de todos los países.
Kenji es un pequeño genio de las matemáticas que trabaja como parte del equipo de mantenimiento de OZ en los escalafones inferiores.
Un día es convencido por una chica de su escuela, Natsuki, para acompañarla unos días a casa de su abuela en verano bajo la promesa de un pequeño trabajo a tiempo parcial. Allí, este cerebrito, descifra "por error" la clave de seguridad de OZ y alguien la utiliza para crear sembrar el caos a nivel global.
Lo más destacable de esta cinta es sin duda la unión de dos mundos a través de géneros totalmente opuestos.
Por un lado tenemos el mundo de OZ. Ahí la animación es minimalista pero muy dinámica, de perfiles suaves, personajes caricaturizados y una paleta de colores que se centra en tonalidades brillantes que constrastan a la perfección con el fondo blanco permanente durante casi todo el metraje. En OZ podemos ver el lado más juvenil del anime, con muchísima acción y una atmósfera sosegada hasta que comienzan los problemas. Todo lo que encontramos en OZ es pura fantasía.
Y al contrario, el mundo real que refleja la película es la plasmación de ese estilo de anime más maduro y adulto. Aquí la animación se torna mucho más pausada y serena (sin ser aburrida, no confundamos) y el diseño general se cambia por lo realista y casi roza el preciosismo en algunos puntos. En lugar de fantasía y acción, en el mundo real tenemos costumbrismo encerrado en la familia de la chica que deriva a partes iguales en drama y comedia. Se podría decir que contiene también mucho del género slice of life, dedicado a contar cosas cotidianas que ocurren a todo hijo de vecino.
En ambos mundos, tanto el objeto de la narración como las herramientas que se utilizan se amoldan perfectamente a las necesidades de cada uno sin pisar el terreno del otro. Esto es más difícil de lo que parece ya que es bastante normal meter la pata en eso cuando se trabaja una historia dividida. Además, cada uno tiene peso suficiente para captar nuestra atención y que la película no resulta aburrida en ningún momento.
No obstante, y aunque creo que es un acierto haber hecho la película así, no puedo evitar pensar que cada historia por separado podría haber sido la base de una película diferente. Me habría gustado mucho poder profundizar más en ese mundo de fantasía que es OZ y en todas las posibilidades que ofrece. Y creo que la trama de la familia de Natsuki podría haber dado origen a una película de las que ya se hacen muy pocas: sencilla, completa y directa. Me gusta el resultado final pero me quedo con ese "y si..."
Y dejando a un lado lo audiovisual que, repito, es maravilloso, tenemos la trama, dividida en dos temas fundamentales.
El primero y más evidente es una crítica al mal uso de internet y las consecuencias que esto puede tener en el mundo real. Está muy bien que podamos disfrutar de un mundo alternativo en el que podemos ser lo que siempre hemos deseado, pero no podemos olvidar que lo que sucede en en internet suele tener casi siempre efectos directos en nuestras vidas o en las de los que nos rodean.
Pero la crítica no solo es negativa. También dedica un par de momentos a mostrar el potencial de la humanidad en su propio reflejo en el mundo virtual. Resulta evidente al final pero también se puede apreciar cuando se cuenta la historia de Kazuma y descubrimos cómo cambió desde su infancia hasta la actualidad (aunque aquí internet solo tiene parte de culpa).
Y el otro tema fundamental en la película es la familia (con semejante zoológico ya podía tener relevancia). Me gusta mucho la manera en la que Hosoda refleja que una familia es lo que es por muy diferentes que sean sus miembros. De hecho, utiliza esa gran variedad de personajes con tantas personalidades distintas para demostrar que incluso en una situación extrema de conflicto, la familia de verdad permanece unida, incluso sin compartir la misma sangre. Y si bien es cierto que no se profundiza en ningún personaje lo suficiente, ¿qué mas da? Es precisamente esa heterogeneidad lo que da vida a la familia sin necesidad de conocer el pasado de cada uno. De hecho, me atrevería a decir que solo se intenta sacar jugo de verdad a cinco personajes y dos son lo más tópicos posibles.
Pero por muy buena que sea la película y por mucho que me guste, no está ni cerca de merecerse el 10.
Hay tres subtramas principales que se apoyan de una u otra forma en el drama para ganar consistencia: el romance, los conflictos internos de la familia y el problema en OZ.
Me quiero quitar cuanto antes el romance, así que venga. Topicazo con desarrollo bastante simple. Por sí solo no se sostendría ni de coña. Es cierto que es algo que se toca de refilón durante casi toda la historia pero ahí está hasta el final, que por cierto es totalmente previsible desde los primeros cinco minutos. Pero tampoco quiero hacer leña del árbol caído. A fin de cuentas, es un romance sin estridencias y correcto. Es mucho mejor de lo que nos ofrecen desde Hollywood la inmensa mayoría de las veces.
Luego tenemos los conflictos internos de la familia. Cuando digo que es un zoológico no exagero demasiado. Simplemente con la presentación de los pocos miembros de la familia que acudieron a la reunión la primera noche yo ya estaba pidiendo tiempo muerto. Pero una vez más aplaudo la decisión de generar una gran diversidad de personajes sin profundizar en ninguno. Gracias a eso podemos ver y aceptar sus diferencias personales sin necesidad de una razón para todo. Además, el punto de inflexión en esta subtrama, el cual no voy a mencionar para evitar spoilers, me parece un grandísimo acierto ya que había una fuerte necesidad de que algo uniera a la familia y no se me ocurre nada mejor que eso.
Por último, el problema en OZ. Cuando el supuesto hacker empieza a liarla no sabemos muy bien a dónde va a conducir toda esta situación. Y me parece realmente entretenido ver cómo intentan detenerlo. Pero no me convence el final. Es el inevitable y el correcto, pero la forma de llegar a él... Creo que ahí sí se ven un poco los hilos del guion. Es lo típico que piensas "ah, por eso esto se comenta al principio un par de veces y por esto otro hacían tanto hincapié estos personajes en esa otra cosa. Bueno, ya te lo compro, pero la próxima vez me haces un descuento".
Con todo, Summer Wars es una película realmente entretenida. Dura algo más de dos horas y se pasan volando. Es cierto que no destaca por ser una gran comedia pero sí que consigue mantener una atmósfera divertida (menos cuando se pone la cosa chunga). Gracias a esa dualidad de mundos permite que haya tanta acción como carga emocional. Y visualmente es probablemente la película de Hosoda de la que más se puede extraer. Además, igual que Wolf Children, es una película para toda la familia y que pueden disfrutar tanto niños como mayores, así que os la recomiendo a todos. Aprovechad para ver las que os recomiendo ahora que dentro de poco a lo mejor os empiezo a traer a Satoshi Kon.
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