Sensación de derrota...

Este blog debería dedicarlo a explicar cómo mi vida ha ido perdiendo el norte en los últimos meses para dar como resultado un cuatrimestre desastroso en la universidad y algún que otro problema de trastorno del sueño y de ansiedad, por no hablar de la agonía a la que someto a mi vida social.
O podría hablar de que uno de mis soportes vitales, el anime, lleva dándome palos demasiado tiempo ya. Lo último ha sido la cancelación de Konosuba hasta nuevo aviso, que puede ser nunca.
O podría lamentarme de que acabo de descubrir que mi piso tiene un pequeño puñado de termitas y hormigas. A ver, tiene más años que la democracia en este país, pero podían haber ido saliendo los bichitos de los huevos poco a poco.
O podría quejarme de que parece que todos los putos mosquitos de la ciudad vienen a comerme. Y tengo una mosquitera en la ventana de mi habitación. ¿Cómo entran? He llamado a Iker, ya os contaré lo que me diga.
En resumen, que me siente derrotado.
Y que lo diga yo creo que tiene más relevancia. No es por dármelas de nada, pero normalmente suelo ser yo el que lleva la sonrisa cuando la situación se vuelve mierda pura y siempre intento buscar y compartir un poco de optimismo. Pero a veces no queda otra que reconocer la verdad. Y la verdad es que estoy jodido.
Sé que la mayoría de mis problemas actuales se pueden solucionar con tiempo y trabajo, pero no sabéis lo que me duele estar así.
Me duele muchísimo haber hecho un curso de mierda cuando podía haberme sacado el trasto. Y me duele porque sé el esfuerzo que supone para mis padres mantenerme en la universidad. No me los merezco y lo sé.
Pero también me revienta por dentro haber apuñalado a mi propio orgullo de escritor. Se supone que esa es mi mejor arma para pelear en las diferentes asignaturas que tengo, pero a la vista está que llevo un tiempo sin saber ni lo que hago. Solo hay que leer algunas de las cosas que he publicado por aquí para sentir el deseo de abofetearme como yo lo siento. Y el único responsable de eso soy yo.
Estoy seguro de que si fuera cualquier otra persona ya me habría rendido hace tiempo. No resulta nada fácil mantener unas aspiraciones tan ambiciosas mientras me enfrento a una realidad tan jodida.
Por suerte, yo no soy una persona normal. No he dejado de traer blogs aquí aunque casi nadie me leyera (de lo cual podría aprender algún que otro usuario que no para de quejarse de que no merece la pena escribir para conseguir puntos si nadie te lee. Ordena tus prioridades antes). He tenido la lucided justa para no hundirme en la miseria y rectificar a tiempo. Y el Proyecto E va tomando forma, más lento de lo que me gustaría pero sin pausa.
No solo tengo la sensación de haber sufrido una derrota humillante sino que yo mismo he participado en ella como artífice.
Va a ser un verano más intenso de lo que esperaba, pero solo estaba calentando.
Nos seguiremos viendo cada poco.

UJm