Little Witch Academia
by Un Juntaletras más in
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28 by June by 2017
Me gusta pensar que todos tenemos un niño interior que nos hace disfrutar de cualquier cosa y que nos aporta una visión completamente diferente del mundo. Y me gusta pensar que, al menos yo, puedo controlar a ese niño para ver las cosas a través de sus ojos.
Cuando empezó Little Witch Academia espera mucho de esa serie. Con las más que evidentes influencias de Harry Potter y emplazándose la acción en un mundo que se presta a la comicidad y las aventuras, tener expectativas altas no parecía un grave error. Además, la animación mostrada en los primeros episodios era excepcional.
Entonces, ¿qué pasó con Little Witch Academia? Básicamente, se precipitó al vacío.
La historia principal gira en torno a Akko, la pequeña brujita que desea llegar a ser una bruja tan buena como Chariot. En su camino, Akko recibe el Shiny Rod que perteneció en su día a Chariot y debe romper sus siete sellos para liberar la magia que encierra. Y si a esta historia se la hubiera envuelto adecuadamente, LWA habría sido uno de los animes del año. Pero no.
Rápidamente, la trama principal cede muchísimo peso a la intrahistoria. La serie empieza a adentrarse en la vida de un montón de personajes que, o no vuelven a aparecer hasta el último episodio y sin decir ni hacer ahí nada, o se dejan en un segundo plano sin profundizar más en ellos de lo que se hizo en el episodio correspondiente. Y esto, en una serie de 25 episodios, genera un gran inconveniente:
Al presentar tantos personajes y acciones sin centrarse en ninguno salvo en Akko y muy pocos más llegamos a un final muy forzado en el que se intenta que algunos de estos personajes adquieran de repente un valor que nunca tuvieron. Literalmente, en los últimos diez minutos de la serie intervienen varios personajes que no me importaban en absoluto con una importancia en la misión final cuanto menos significativa.
Y por otro lado, el propio desarrollo de la historia central es muy débil. Apenas se aprovecha la escuela para narrar aventuras, la trama se sale por la tangente en un momento dado para ir a parar a algo que no pega nada con el inicio de la serie, hay varios episodios vacíos en cuanto a la trama principal...
Al ver el capítulo 24 solo quería finiquitar ya la serie porque me había desencantado muchísimo. Además, la segunda mitad de la temporada tiene unos bajones en la calidad de la animación tremendos.
Pero, a pesar de todo esto, casi al final del episodio 25, el cierre de la serie, he llorado. Y no por lo que estuviera pasando en sí ni por la forma de contarlo, sino porque me he dado cuenta de que he estado viendo toda esta serie equivocado.
La parte de mí que ha estado viendo LWA desde el principio es la parte cínica de mi yo adulto. Mi yo infantil se ha perdido por completo esta serie, y es un gravísimo error porque, por encima de todas las cosas, es una serie para niños.
Little Witch Academia no es una serie para adultos pasados de vuelta que buscan la excelencia y las fisuras. Desde el primer minuto del primer episodio, TODO es magia, ilusión, alegría, diversión... Hay momentos para reír y también para llorar. Y hay una historia sencilla y sin alardes para que todos puedan entenderla.
Lo siento si empezasteis a ver esta serie por mí y por mi culpa la dejasteis en el olvido. De verdad, lo siento. Pero si vuestro niño interior todavía tiene fuerza, dejadle los mandos para que disfrute de este anime como se merece.
Al final va a resultar que en este mundo tan podrido todavía se puede ser feliz siendo un crío.
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