Relato corto improvisado

Hoy, mientras borraba archivos del móvil, he visto un relato corto que improvise hace unos días para defender mi postura ante un debate. El debate surgió porque Laura Gallego dijo en un directo que no podía meter una pareja LGTB en sus historias porque quedaría como un panfleto, a lo que yo salté alegando que daba igual si la pareja era hetero o no cuando se estaba escribiendo sobre una relación y, como ejemplo, escribí el relato para demostrar que siendo hetero podía escribir un relato con personajes homo sin que fuese un panfleto ni cayendo en estereotipos.

Así que aquí os lo dejó ^^

Las horas pasaban lentamente mientras yo me hundía en mis recuerdos. No podía recordar exactamente la razón por la cual me encontraba en ese estado de melancolía, tal vez, solo tal vez, simplemente era que debía de estar a su lado.
Desoyendo a la voz de la razón y de la cordura, metí dos vaqueros y algunas blusas en la mochila.
Si hubiera podía habría volado a su lado, necesitaba estar a su lado, sentir sus cabellos castaños enredándose en mis manos, oler de nuevo la calidez de su piel morena; la necesitaba para vivir, para respirar. La necesitaba a ella, no a mis miedos.
Agotada de correr, me detuve en la parada de bus ¿Había llegado tarde? ¿Las dudas y el miedo me la habían arrebatado?.
Me dejé caer en el banco, tal vez podía alcanzarla si cogía el siguiente autobús, solo tendría que buscarla... en una ciudad desconocida para mí. Justo cuando lo daba todo por perdido sentí una mano apoyándose en mi hombro. Levante la mirada y ahí estaba ella, sonriendo, su rostro enmarcado por mechones castaños, sus ojos grises brillando de felicidad.
-¿Qué haces aún aquí?-
Se sentó a mi lado y colocó un billete de autobús en mi regazo.
-Sabía que vendrías.- Entrelazo su mano con la mía y nos pusimos en pie.- Solo te mentí con la hora, la puntualidad nunca ha sido lo tuyo-