Diario de a bordo: Viaje a Menorca

Por primera vez en mi vida, viajé a Menorca. Fui con mis dos hermanas y con un amigo de mi hermana.

Embarcamos a las 8:00, aunque realmente se retrasó el barco para salir y al final, de las 2 horas y media que tenía que durar el viaje, al final llegamos a las 11:10.

Al llegar al puerto, decidimos sacar las tarjetas de embarque para tener más tiempo a la vuelta. Luego, cogimos el bus, el cual nos dejaba en el centro de Ciudadela.

Lo primero que hicimos fui ir a desayunar. Yo aproveché y dejé un Blissey en un gimnasio Pokémon... fue la única vez en Menorca que abrí el juego de Pokémon GO. Eso es porque gasta mucha batería y preferí conservar la batería para poder tener un mapa disponible (Google Maps).

Después del desayuno, fuimos a pasear por la ciudad. Vimos desde fuera la catedral, varias entradas para visitar y muchas tiendas del lugar. El centro de Ciudadela es exactamente igual que el casco antiguo de Palma de Mallorca. Son calles peatonales con muy poco espacio para los coches con abundantes tiendas por doquier.

Mientras decidíamos dónde podíamos ir a comer, fuimos a una tienda que me aconsejaron para comprar queso: Ca Na Fayas. Nada más pasar por al lado de la tienda, el olor a queso es abismal. Como no queríamos ir con los quesos durante la tarde, decidimos hacer un pedido y dejarlo guardado en la tienda. Yo compré medio queso semicurado fuerte y un cuarto fuerte, cortaditos en octavos y conservados al vacío.

Luego, fuimos a comer. El lugar es caro de narices. Los precios habituales de un típico menú oscilan entre los 15-40 €. Lo habitual son 20 €. Al final, fuimos a uno que costaba 14,95 € + bebida. Al principio no empezó mal la cosa... es decir, el primer plato era correcto y bueno. Pero el segundo nos molestó mucho. Pedimos "entrecot" y nos sirvieron un mísero bistec. La verdad es que fui una timada... yo hubiera preferido un entrecot pequeño que lo que nos sirvieron. La próxima vez que pida un entrecot, me cercioraré de que realmente lo es. Eso sí, luego el postre estuvo muy bueno, aunque estaba medio congelado.

Antes de ir a una calita, tomamos un helado casero. Y nos dirigimos al agua, buscando una buena zona de descanso. De camino, íbamos buscando una tienda para comprar agua. Menos mal que de camino encontramos un supermercado y pudimos comprar botellitas de agua... pillamos todas las frías.

Nuestra primera opción era "Cala en Busquets", pero resultó ser un mini puerto con muchos barquitos, lo cual impedía un baño tranquilo. Así que continuamos con la caminata con el calor que hacía y llegamos a "Cala des Frares". Había muchos puntos con escaleritas, pero fuimos directamente a la calita. No estuvo del todo mal, aunque me dio la impresión de que en Mallorca tenemos mejores calas. Pero bueno, en un futuro tengo la intención de volver con amigos e investigaremos a ver si hay mejores calas.

Después del merecido descanso en el agua, volvimos a Ciudadela. Antes de ir a buscar los quesos, pasamos por una heladería que me habían dicho que era la mejor de la zona. Pillé un granizado de fresa, que estaba bastante bueno. Vimos la catedral por dentro un poco y, después de un descanso en un bar, fuimos a buscar los quesos. Aprovechamos para pillar un par de cosas más, como unas "bufetas" que me habían pedido (un embutido), y Carquinyols (unas galletitas dulces).

Ya había terminado casi nuestro viaje... lo único que nos faltaba era volver al puerto. Teníamos la opción de coger el bus a las 18:45. Como teníamos que estar a las 19:45, preferimos ir andando. Es preferible ir andando a un sitio que no tener que estar apalancado esperando. Igualmente, al final llegamos antes, a las 19:20 y tuvimos que esperar.

En el barco aprovechamos para cenar y hacer unas partiditas a cartas. Y voilà, viaje terminado.

La próxima vez con coche y así podremos visitar más zonas, especialmente Mahón y otras calitas. Bueno, el tiempo lo dirá.