REPRESIÓN AL MOVIMIENTO
by Koke007 in
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13 by November by 2017
A lo largo de la historia de la lucha por la liberación animal han existido personas que se han rebelado contra distintas formas de dominio, cada una a su manera, con sus tácticas, de diferentes formas, pero todas con la convicción de decir basta a la opresión y explotación de los animales no humanos.
Durante años, activistas se han saltado las leyes para liberar o rescatar animales de sus explotadores o para generar presión a las empresas que cometían actos de opresión hacia los animales no humanos. Las represalias llegan a veces en forma de multas y a veces en forma de penas de cárcel, a día de hoy nos encontramos con un panorama en el que contamos con 5 personas cumpliendo condenas de prisión por delitos relacionados con la liberación animal y otras tantas que se encuentran a espera de juicio en Italia, Reino Unido o Finlandia.
Tampoco debemos poner la mirada lejos de aquí para encontrar el avance de la represión al movimiento. Aquí en la península, muchas son las compañeras que a lo largo de los últimos años han sufrido la represión por actos como encadenarse a mataderos, saltar a pasarelas de moda, hacer pintadas, protestar en plazas de toros o en “fiestas populares” donde sufren animales.
Son ejemplos de protestas de las que estamos seguras que casi todos vemos con buenos ojos, que incluso no solo respaldariamos si no que podríamos participar de ellas. Eso nos hace ver y tener que asimilar que participamos en un movimiento que se enfrenta a muchos intereses y que estos no van a poner las cosas fáciles, y una buena zancadilla es la represión que busca a nivel económico y penal paralizar no solo a los activistas si no a la propia lucha.
Tampoco podemos olvidar que doce personas de las organizaciones Equanimal e Igualdad animal fueron detenidas 2011 y acusadas de una serie de liberaciones de visones. Acusaciones que derivaron en unos cuantos cargos mas y que hizo que tres de ellas pasaran 19 días en prisión y que todas ellas se enfrentaran a un proceso largo en el que finalmente veinticinco personas se vieron envueltas.
Finalmente en el año 2015 todas ellas fueron absueltas, ya que ni siquiera se contemplaron indicios para comenzar un juicio contra ellas.
En otros países la situación es mucho más complicada llegando a tener leyes específicas para los delitos relacionados con la liberación animal, siendo un delito filmar y fotografiar el interior de centros de explotación o ser incluidos en listas de terrorismo doméstico por repartir unos panfletos en la calle.
Por ello vemos fundamental comprender a qué nos enfrentamos, crear lazos de comunidad para apoyarnos entre nosotras, que no falten abogadas que nos puedan asistir, dinero para cubrir multas o trámites legales y sobre todo el apoyo de colectivos e individualidades que hagan sentir que si tocan a una, nos tocan a todas.
Conocer todos estos detalles no es algo que nos tenga que asustar, creemos que cuanto más se conoce a que te enfrentas, más segura y preparada estás.
Luchando entre todas nos hacemos más fuertes.
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