by eme.arts in
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5 by May by 2018
¿Te gusta tener fines de semana libres? ¿Y conducir en carreteras públicas o ir a la biblioteca? ¿Eres una de esas personas que busca poner fin a la injusticia, la desigualdad y la explotación?
En ese caso, puede que este 5 de mayo quieras conmemorar el 200 aniversario del nacimiento de Karl Marx, ya que él defendió todas estas causas.
La mayoría de las personas que conocen un poco la historia del siglo XX coincidirán en que la política revolucionaria marxista tiene un legado difícil .
Una rápida mirada a las consecuencias en la Unión Soviética, Angola y Cuba podrían hacerte gritar: "¡Marx no es para mí, gracias!". Muchas de sus teorías han terminado asociadas al totalitarismo , la falta de libertad y los asesinatos masivos, por lo que no es de extrañar que Marx continúe siendo una figura divisiva.
Pero hay otra faceta de Marx más humana, y algunas de sus nociones han contribuido a que el mundo sea un lugar mejor.
1. Quería mandar a los niños a la escuela, no al trabajo
Esta es una proposición evidente para muchos. Pero en 1848, cuando Karl Marx estaba escribiendo junto a Federico Engels el "Manifiesto comunista", el trabajo infantil era la norma. Incluso hoy en día uno de cada 10 niños en el mundo está sometido a trabajo infantil, según cifras de la Organización Internacional del Trabajo (2016).
El hecho de que tantos menores hayan logrado pasar de la fábrica al aula tiene mucho que ver con el trabajo de Marx.
2. Quería que tuvieses tiempo libre y que tú decidieras cómo usarlo
Marx escribió sobre cómo para sobrevivir en una sociedad capitalista la mayor parte de la gente se ve obligada a vender lo único que tiene -su trabajo- a cambio de dinero. Según él, a menudo esta transacción es desigual, lo que puede llevar a la explotación y a la alienación: el individuo puede terminar sintiendo que ha perdido su humanidad.
Marx quería más para los trabajadores: deseaba que fuésemos independientes , creativos, y sobre todo, dueños de nuestro propio tiempo .
3. No todo gira alrededor del dinero. También necesitas estar satisfecho con tu trabajo
Tu trabajo puede ser una gran fuente de alegría si "puedes verte reflejado en los objetos que has creado". El empleo debería proporcionarnos la oportunidad de ser creativos y mostrar todo lo bueno de nosotros mismos: ya sea nuestra humanidad, nuestra inteligencia o nuestras habilidades. Pero si tienes un trabajo miserable que no encaja con tu sensibilidad, terminarás sintiéndote deprimido y aislado.
Según él, ya que pasamos tanto tiempo en el trabajo deberíamos obtener algo de felicidad de nuestra labor. Buscar belleza en lo que has creado o sentir orgullo por lo que produces te llevará a la satisfacción laboral que necesitas para ser feliz.
4. No soportes lo que no te gusta. ¡Cámbialo!
Si algo no funciona en tu sociedad, si sientes que hay injusticia o desigualdad, puedes armar barullo, organizarte, protestar y luchar por el cambio. La sociedad capitalista de Reino Unido en el siglo XIX probablemente parecía un monolito sólido e inamovible para el trabajador sin poder.
Pero Karl Marx creía en la transformación y animaba a los demás a impulsarla. La idea se volvió muy popular.
5. Vigilar la relación Estado - grandes empresas
Marx advirtió en que tengamos cuidado cuando el Estado y las grandes empresas tienen una relación muy cercana… y vigilar lo que hacen los medios.
Si una práctica, deplorable o no, resultaba ser buena para los negocios y para el Estado -como por ejemplo la esclavitud como medio de promover el impulso colonial- entonces la legislación sería favorable para dicha práctica.
Marx comprendía muy bien el poder que tienen los medios para influir la opinión pública. En estos días hablamos mucho de las "fake news", por ejemplo.
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