Me apetecía escribir

Desde pequeños nos enseñan que los fracasos y los errores son malos. Nos enseñan que tener que repetir las cosas, es una pérdida de tiempo y, en definitiva, un error. Desde pequeños nos premian por ser los primeros y nos motivan a ello, pero no nos enseñan lo que es la resiliencia, no nos enseñan tampoco a afrontar las cosas, ya sean buenas o malas, solo nos enseñan a ver los resultados y no el proceso.
Desde pequeños somos juzgados por el resultado de nuestras acciones, nos convierten en seres competitivos y no en personas colectivas. No nos enseñan a disfrutar del camino, solo nos enseñan a fijarnos en la meta.
Desde pequeños nos enseñan unos valores, que de mayores, terminamos por transmitir a los siguientes. De pequeños nos enseñan a no vivir las pequeñas cosas y eso tiene como resultado, adultos que no disfrutan, adultos que se frustran, adultos que viven corriendo y, en definitiva, personas que no saben vivir ni disfrutar el día a día.
Cada día somos juzgados y sometidos a una serie de pruebas, y el juez más exigente, no es más que uno mismo.
Pasar diez minutos con la persona a la que amas; volver a casa caminando después de un largo día y disfrutar del camino; acurrucarse con tu mascota antes de ir a dormir; pararse a oler la fruta antes de comprarla, ... Son cosas que no hacemos, son cosas que 'solo quitan tiempo' o 'distraen', pero son esas cosas las que nos hacen estar un poquito más vivos cada día y afrontar con más energía la siguiente jornada.
Buenas tardes y feliz lunes.