Playa, playa y más playa

Ayer teníamos que ir al castillo de Alaró, pero al final no fuimos, debido a las altas temperaturas. A cambio, fuimos a la playa.

Alcanada, una playa que conozco desde que era muy pequeño. Recuerdo en mi niñez haber ido muchísimos días en diferentes veranos con abundantes amigos de mis padres. Pero, por unas cosas y otras, dejamos de ir. Mucho más tarde, fui por mi cuenta con varios amigos. Desde entonces, no he parado de ir, a diferentes zonas de dicha playa, pues no tan sólo hay una zona. Está la zona inicial, que tiene abundante arena. Luego, la zona de pinos, donde uno puede disfrutar de la sombra y comer tranquilamente, aunque esa zona suele llenarse muchísimo de familias con niños por la mañana y el mediodía. Luego, está la zona del fondo, que es donde suele ir las parejas o gente que quiere leer tranquilamente. Además, desde esta última zona se puede acceder a una isla pequeña que tiene un faro, aún en funcionamiento con placas solares.

Ayer fuimos a la zona de la isla y la rodeamos nadando durante 1 hora y 30 minutos, más o menos, visitando los arrecifes y entrando en contacto con estrellas de mar, erizos y diferentes tipos de esponjas.

Hoy de nuevo playa, pero aún no sé dónde vamos a ir.