Los 60 migrantes del ‘Open Arms’ recibirán un permiso humanitario de 45 días

Los 60 migrantes rescatados por la flotilla de la ONG Proactiva Open Arms que viajan en barco rumbo a Barcelona, donde está previsto que lleguen el próximo miércoles, recibirán un permiso especial humanitario de 45 días por parte del Ministerio del Interior del Gobierno Español. Es una de las conclusiones de la reunión técnica que han mantenido este lunes en la Delegación del Gobierno de la capital catalana las tres administraciones (Gobierno, Generalitat y Ayuntamiento), el puerto, las fuerzas de seguridad y Cruz Roja, que es quien está realizando la primera acogida de estas personas.

Este permiso, que también recibieron las 630 personas rescatadas del barco Aquarius que hace unas semanas llegaron a Valencia, da margen a los migrantes para poder estabilizarse (descansar, alimentarse, pasar revisión médica y de su estado psicológico) y también para recibir asistencia legal y solicitar asilo si es el caso. Además, el mes y medio de permiso especial evita que sean internados en el CIE, el Centro de Internamiento de Extranjeros, como había pedido explícitamente la alcaldesa, Ada Colau.

El coordinador del plan Barcelona, ciudad refugio, Ignasi Calbó, ha explicado que este permiso, que prevé la Ley de Extranjería en situaciones excepcionales, evita que de entrada los migrantes lleguen con una orden de expulsión, facilita que puedan moverse de forma legal y otorga un estatus que facilita la solicitud de asilo, precisamente por esta condición de entrada de forma regular y no irregular. "Tendremos 45 días para dar la mejor atención, lo que nunca tenemos, es una muy buena noticia que es una excepción que intentaremos que sea la regla", ha celebrado Calbó.

El ejecutivo ha celebrado la concesión del permiso, que consideran básico para poder atender a los migrantes que lleguen. El portavoz del ejecutivo, Gerardo Pisarello, ha afirmado que para el gobierno "el Open Arms es el barco de Barcelona", y ha añadido: "Lo consideramos el símbolo de la apuesta de las ciudades por una Europa que no sea un muro, una frontera, sino un refugio". En este sentido, ha aplaudido y "agradecido" que el Gobierno español haya autorizado la llegada del buque y la concesión del permiso a los rescatados. "Es un cambio clarísimo, con el anterior ejecutivo hablar de refugiados era hablar de vergüenza", ha señalado.

Los 60 migrantes del Open Arms se sumarán a los 500 que en las últimas dos semanas han llegado a la ciudad en autocares procedentes de Andalucía. De ahí que el Ayuntamiento, que ya tiene engrasado el dispositivo de recepción de los migrantes, explique que no tiene previsto aumentar los equipamientos destinados a primera acogida. Con todo, la semana pasada el consistorio explicó que tiene un plan b para habilitar otros equipamientos si la llegada fuera masiva, tal y como prevé el plan Barcelona, ciudad refugio, que presentó Colau pocos meses después de llegar al gobierno de la ciudad.

"Estamos hablando de personas que estaban a punto de morir antes de ser rescatadas, necesitan atención psicológica y también tendrán asesoramiento jurídico. Queremos dar una respuesta solidaria, tenemos una deuda de solidaridad, no es caridad, son obligaciones legales. Barcelona estará a la altura de este reto, espero que el resto de administraciones también lo haga", ha manifestado el número dos de Colau