Final de un pájaro

Hará ya más de un año y medio, nacieron en mi casa 4 agapornis de una pareja que teníamos. Fue muy curioso, porque teóricamente no podían criar al ser de diferente raza. Pero lo hicieron. Tenían ganas de ser padres y lo intentaron hasta que surgió. Es curiosa la naturaleza. Cuando se pone el suficiente empeño, incluso se pueden superar las espectativas.

Bueno, la cosa es ayer todos estaban vivitos y coleando, hasta bien entrada la tarde. Antes de irme a pasear con mi perruna, como hago cada día, suelo alimentar a los pájaros y cambiarles el agua. Eso cada día. Pues los pájaros estaban muy nerviosos. Por lo general, cantan entre las 15:00 y las 18:00, que es su momento de relax, teóricamente. Pero tan tarde no es habitual. Resultó que uno de ellos estaba inmóvil. Había muerto. Ignoro el porqué.

Justamente, hacía un par de horas antes, vi que dicho pájaro se había caído. Pero fue una caída tonta. Y luego se reincorporó y se fue a su casita. A lo mejor ya tenía algún problema. Y fue agravándose en el poco tiempo que trascurrió, que al final acabó con su vida.

Era el más solitario del grupo. Y, aunque muy cerca de sus semejantes, ha muerto sin pareja. Una pena.

Ayer, junto a unos amigos con los que había quedado para ir a pasear, lo enterré en un campo dentro de una cajita. RIP.