Mito japonés: Yuki-onna
by The_Ice_Princess in
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15 by July by 2018
Mosaku y Minokichi eran dos aldeanos que recogían leña del bosque para venderla después en el duro invierno japonés. Una noche, una gran ventizca los obligó a buscar refugio en una cabaña en medio del bosque. Cansados y afligidos, se quedaron dormidos casi enseguida. De repente una fuerte ráfaga de viento abrió de golpe la puerta de la cabaña. Minokichi despertó inmediatamente, y al ver hacia el lugar donde descansaba Mosaku, quedó impactado con lo que vio. Era una mujer quien se encontraba inclinada enfrente del pobre anciano. Su cabello era largo y negro y llevaba un kimono tan blanco como la nieve. Sus ojos eran negros como la noche y cuando abrió la boca, Minokichi observó que no tenía dientes, ni lengua, sólo un vacío total. Minokichi, resignado, sólo esperaba el momento de su muerte. Fue entonces cuando la mujer le hablo con un tono dulce y cariñoso. Le había confesado que iba a sufrir el mismo destino de su viejo maestro, pero sintió lástima por él, ya que era muy joven y apuesto, así que le perdonaba la vida. Sin embargo, si llegaba el día en que por algún motivo revelaba lo que había acontecido en ese lugar, esa misma noche lo mataría sin dudarlo. El joven, aún consternado, prometió no decir nada. Después de haber dicho la amenaza, la mujer desapareció de la cabaña y con ella la ventisca cesó.
Transcurrió un año y Minokichi ya había retomado su trabajo de leñador. Un día, cuando regresaba del bosque, se encontró con una bella joven de largos cabellos negros llamada Oyuki, quien se dirigía hacia la provincia vecina en busca de trabajo. Minokichi, aprovechando de que estaba anocheciendo y del hecho de que aún faltaba mucho para que ella llegara a su destino, la invitó a hospedarse en su casa, junto a su familia. Se enamoraron rápidamente y no pasó mucho tiempo para que ambos se casaran. De su unión nacieron tres niños, y vivieron felices por muchos años. Minokichi era la envidia de todo el pueblo.
Un día, mientras hacían sus quehaceres, Minokichi volteó a ver de reojo a su esposa y visualizó a la mujer con la quien se encontró en aquella noche fatal, donde murió su maestro Mosaku, la “mujer de la nieve“. Nervioso, le contó la historia a Oyuki de lo que había sucedido aquella noche. Oyuki se levantó y miro fijamente a los ojos de Minokichi. Ella le confesó que era aquella mujer, y como rompió su promesa tendría que matarlo. Sin embargo la mujer no lo atacó por el profundo amor que había sentido por él, así que le perdonó de nuevo la vida. Antes de irse, la mujer le advirtió que ahora él tendría que cuidar solo a sus hijos, pero si llegaban a quejarse por algo, lo mataría sin dudarlo. Después de haber dicho esas palabras Oyuki desapareció sin dejar rastro. Nunca más fue vista de nuevo ni por sus hijos, ni por su esposo, quien se quedó lamentando su gran pérdida de por vida.
Se dice que la mujer de la nieve sigue rondando los bosques en invierno en busca de un nuevo prometido, esperando que esta vez este pueda cumplir con sus promesas y guardar secretos.