Aventura con un ratoncito

Esta noche, justo al bajar a perresear a Nala, veo un ratón pequeño en el tercer piso (de los 4 que hay). Mientras vamos bajando, Nala quería ir a por él, más faltaría... y menos mal que la tenía atada... si no, ya me veo Street Fighter 2018.

Bueno, la cosa es que se ha escabullido de tal forma, que al final se ha metido por una planta y a saber dónde estaba. He avisado a varias vecinas que estaban abajo, por si lo veían salir.

Cuando vuelvo, la puerta de la finca estaba abierta, a propósito para que se fuera por donde había venido... pues no. Resulta que estaba debajo de la planta de plástico. Una gran ventaja que fuese de plástico. He ido arriba a buscar unos guantes. Me gustan los ratoncitos, pero siendo salvaje, algún bocado me podía ganar... y digamos que no me gustaría que me viérais en mi forma rabiosa.

Cuando he bajado, se me ha escabullido dentro de la planta de plástico. Dentro, ni más ni menos. Como es una bola de plástico aguantada con bridas, he pedido a una vecina un cúter. Lo cojo y anda que no me ha pegado un salto. Se ha metido entre las ruedas de una bici que había abajo. Para sacarlo ha sido un cachondeo. Y cuando lo he conseguido, se iba otra vez a la planta. Y cuando iba a la planta, otra vez a las ruedas. Eso estando la puerta abierta... creo que tenía constancia perfectamente de que había gatos por la zona... vamos, intención de salir fuera: 0 %.

Nada, que al final he pedido un cubo y una bolsa. Por aquellas casualidades de la vida, en una de esas idas y venidas, ha escalado la bici de tal forma que ha llegado a la cima, y se metido dentro de la cesta de la bici. Error para el ratoncito. Oportunidad para mí (muajajaja). Le he puesto el cubo encima y la bolsa. Después de apartar un poco el cubo, se ha colado en un rincón de la bolsa y finalmente se ha metido en la bolsa. Aparto la bolsa y rápidamente la tapo. Sin más contratiempos, devuelvo el material solicitado y lo saco de la finca.

Y toda esta aventura para no matar al ratoncito, pues tampoco es plan (Hakuna Matata y todo eso). Si hubiera sido una rata, la historia hubiera sido un poco más siniestra... seguramente habría salido por la puerta y se hubiera enfrentado a un ejército gatuno y hubiera habido sangre por ambas partes.

Seres heridos: 0 (bueno, sentimentalmente quizás sí).
Seres cansados (pero mucho): 2.

NOTA: durante el proceso, iba quejándose con sus mini-chillidos, diciendo: ¡ahí no me toques! Sobretodo cuando le iba tocando la cola tan larga que tenía... eso me ha ayudado en varias ocasiones a que saliera de entre las ruedas de la bici.