El mundo aún puede salvarse

A pesar de que mucha gente es realmente despreciable, aún queda personas buenas. Por ejemplo, hoy mismo, sin ir más lejos, mientras iba a buscar setas a la montaña, he visto a una mujer paseando a un perro dálmata al que le faltaba una pata delantera. Al parecer, caminaba sin problema. Eso quiere decir que la dueña se ha preocupado de hacerle una rehabilitación para que pueda caminar. Eso implica tiempo y dinero. Muchos no lo hubieran hecho. Es decir, muchos hubieran sacrificado al animal, cuando aún es posible salvarlo e incluso pasear con él.

Así pues, a pesar de las dificultades que pueda haber, si es posible, no hay que optar por sacrificar, sobretodo cuando son animales de compañía como los perros, que lo dan todo por sus amos.