Comilona

Ayer, por fin, hicimos una merienda como toca en clase. Se trajo mucho de todo, tanto de salado como de dulce. Ahora bien, cosas caseras pocas. Sólo dos de la clase trajimos postres elaborados por nosotros mismos. Una compañera trajo dos brownies, uno con frutos secos y otro sin pero con nata chocolatada. Yo traje una pequeña tarta de queso y un púding de bizcocho de soletilla.

Había demasiada comida y sobró muchísima. El púding podría no haberlo hecho, ya que sobró y tan sólo una compañera de clase lo probó. El problema del púding es que es demasiado blando para manejarlo con la mano y hay que usar un plato y cucharita para comérselo... pero bueno, no sería porque no hubiera material para comerlo, sino más bien porque había demasiada comida para los que éramos.

Hoy toca el final de las clases, en la que tenemos que hacer un trabajo grupal final y se acabó... bueno, se acabó las narices. Nos quedarán unos cuantos trabajos para entregar entre esta semana y la que viene. Vamos a tener algo de estrés, pero con la ventaja de no tener que ir a clase.

Bueno, queda poco para conseguir el máster de profesorado.