Cuenca

He pasado el fin de semana en Cuenca con mi familia y el perro y la verdad es que hemos vuelta a casa encantados. Una pena no haber podido estar más tiempo, porque hemos dejado muchas cosas pendientes por ver. Para conocer la ciudad decidimos apuntarnos a un tour nocturno, donde vimos lo más importante y curioso de la ciudad (las casas colgadas, la catedral, el convento de San Pedro, los restos de la muralla y el castillo, etc.). También visitamos la Ciudad Encantada y qué maravilla, súper recomendable también. De vuelta vimos el Ventano del Diablo y luego el Embalse de la Toba (donde el perro disfrutó como un enano). Y antes de volver a nuestra tierra, hicimos parada en Buendía, un pueblo precioso y conocido por la Ruta de las Caras, una ruta en el monte donde puedes ir viendo talladas en las rocas unas caras que hicieron dos escultores a principios del siglo XXI. Es algo curioso y que también merece la pena. Y ahora estamos todos en casa destrozados, pero lo hemos disfrutado a tope!