El movimiento social se posiciona a nivel regional en Colombia
by alveo in
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29 by December by 2019
La izquierda y el movimiento feminista logran posicionarse en medio de la violencia electoral que atraviesa el país en las últimas elecciones regionales. La llegada de mujeres, lesbianas, trans, afros e indígenas a la gobernación y alcaldías equilibra la balanza de fuerzas en un país desgastado por la guerra y un proceso de paz que no avanza.
El pasado domingo 27 de octubre se celebraron las elecciones regionales en Colombia; en medio de la disputa histórica de grupos dominantes y de extrema derecha que no estaban dispuestos a ceder el poder que ostentan. Aun así, los resultados son esperanzadores para la izquierda, los movimientos sociales y el movimiento feminista. Tras la ajustada victoria del uribismo en las elecciones nacionales de 2018, en Colombia se esperaban estas elecciones con cierto temor y desesperanza. Sin embargo, la fuerza que acompañó a Gustavo Petro durante las elecciones pasadas sigue viva y demuestra que la izquierda colombiana está presente a pesar de estar cada día más perseguida y reprimida.
Esta izquierda se enfrentaba a los grupos dominantes de extrema derecha que no estaban dispuestos a ceder el poder que ostentan, en un país en el que el ejercicio político está marcado por la violencia, la abstención, el clientelismo, la corrupción y exclusión social y política. En este último año Colombia está viviendo un aumento de la violencia y la guerra por diferentes actores armados, el rearme de las disidencias, el reagrupamiento del ELN, la falta de presencia estatal en los territorios, el aumento de la militarización y la falta de la implementación de políticas públicas.
Respecto a la jornada del domingo, el procurador Fernando carrillo advirtió de que casi el 30% del país estaba en alerta roja. La violencia relacionada con el proceso electoral tiene como como consecuencia directa el alto grado de abstención en los territorios. Además, el censo electoral en las regiones marcadas por la guerra se ha modificado por los múltiples desplazamientos de comunidades que se han producido este último año.
Victorias agridulces
Aun así, la jornada se desarrolló con una determinada calma dejando resultados inesperados y alentadores en varios departamentos. Los acontecimientos que han acaparado los titulares le corresponden a las dos grandes ciudades del país. Medellín rompió la dinámica histórica de victoria del uribismo tanto en la ciudad como en el departamento de Antioquia. Por primera vez el partido del expresidente y senador Álvaro Uribe Vélez, el Centro Democrático, no ganó ni la alcaldía de Medellín ni la gobernación de Antioquia.
Mientras tanto en Bogotá, Claudia López se convertía en la primera alcaldesa mujer y lesbiana de la ciudad. Con una propuesta centrada en la construcción del metro y la defensa de los derechos ambientales y de las mujeres y población LGTBIQ, la candidata del Partido Alianza Verde le ganaba la batalla a Carlos Fernando Galán, su principal adversario conservador. La victoria de Claudia López supone un avance para los derechos de las mujeres y la población LGTBIQ, pero no significa un triunfo para la izquierda, quien celebra una victoria a medias con una candidata que en su trayectoria política se ha caracterizado por una indefinición ideológica que le ha llevado a acompañar a candidatos como Peña Losa o Fajardo.
Mujeres, indígenas y comunidad afro
Sin embargo, hay tres elementos clave en estas elecciones que reflejan la capacidad de alcance y articulación del movimiento social en Colombia. La alcaldía de Buenaventura, las dos alcaldías para mujeres indígenas y la aparición en el panorama electoral de Estamos listas, el movimiento político de mujeres de Antioquia, son un claro mensaje de resistencia ante los ataques del gobierno de Duque, contra quien hay convocado un paro nacional el próximo 21 de noviembre.
En Medellín, el partido feminista Estamos listas, consiguió una concejala gracias a los 27 mil votos obtenidos. Con una apuesta por el cuidado y la dignidad de la vida, el partido se posiciona como un modelo alternativo en la participación activa, plural y diversa y la construcción política colectiva. Las palabras de la concejala electa Dora Saldarriaga reflejan la potencia de esta propuesta:
"Estamos Listas llega al Concejo de Medellín para poner en la agenda los temas de los que la ciudad no ha querido hablar, para hacer control político independiente y con perspectiva de género y para demostrarle a la ciudad que las mujeres podemos hacer una política con amor, basada en la confianza, sin grandes maquinarias y sin clientelismo. No podría estar más feliz, porque conmigo llegan 2.039 mujeres y casi 28 mil personas que hoy confían en nuestra forma de hacer política."
La otra gran victoria de las mujeres la protagonizan: Aura Benilda Tegria Cristancho y Mercerdes Tunubalá Velasco, las dos mujeres indígenas que consiguieron ocupar las alcaldías de Cubará en el departamento de Boyacá, y de Silvia en el departamento del Cauca.
La nueva alcaldesa U'wa de Curabá llega a la alcaldía gracias a los 1.169 votos y tras varios episodios de violencia electoral. En el departamento de Boyacá, la violencia electoral, según el Cuarto Informe de Violencia Política de la Fundación Paz & Reconciliación, se registraron cuatro casos, de los cuales solo se ha podido establecer un solo agente perpetrador (Águilas Negras) y de los tres restantes no se ha logrado identificar al autor.
Por su parte, la alcaldesa Misak de Silvia alcanzó los 4.226 votos en el departamento donde fue asesinada la candidata a la alcaldía, Karina García y que ocupa el quinto lugar en la lista de violencia electoral con tres atentados a candidatos, cuatro casos de asesinatos y múltiples hechos violentos contra candidatos de partidos independientes.
Finalmente, la última gran victoria la protagonizó el departamento del Valle del Cauca. En Buenaventura la alcaldía fue para Víctor Vidal, uno de los líderes del Paro Cívico de 2017 que movilizó durante 22 días a miles de habitantes para pedir que el Gobierno cumpliera sus promesas y reclamar mejores condiciones de vida y una distribución más justa de las riquezas que genera el puerto, también es integrante del Proceso de Comunidades Negras, lo que supone una gran victoria para este movimiento.
El municipio de Buenaventura es uno de los más complejos del país por su lugar estratégico, es el puerto más importante de Colombia por donde pasa la gran parte de las importaciones y exportaciones de la economía del país y a la vez, es un puerto caracterizado por la violencia y la presencia de grupos de narcotráfico y de otros grupos ilegales muy poderosos en el país. Estas elecciones en Buenaventura han estado marcadas por la presunta participación de estructuras criminales en las campañas a la Alcaldía de Buenaventura de varios candidatos.
Colombia está pasando por una situación muy compleja, mientras el lunes los resultados de elecciones regionales devolvieron esperanza a Colombia, el martes despertamos con la escalofriante del atentado contra 5 personas muertas y otras 5 heridas en el resguardo indígena de Tacueyó en el Norte del Cauca. Sumado este hecho, a las sistemáticas violaciones a los derechos humanos de líderes/as sociales que ha cobrado la vida de por los menos 58 líderes/as sociales o defensores/as de derechos humanos fueron asesinados en el primer semestre de 2019 , y el exterminio al que vienen siendo sometidos los pueblos indígenas y afrodescendientes por defender sus territorios y que se cumpla con el Acuerdo de Paz.